LECTURAS
SEGUNDA SEMANA DE MAYO
Lunes:
LAS MANOS ATADAS.
Tema:
LA LIBERTAD.
¡Buenos días! Érase un hombre como todos
los demás. ¡Un hombre normal! Tenía cualidades positivas y negativas. Una
noche, mientras dormía, llamaron a su puerta. Cuando abrió unos secuestradores
se echaron encima y le ataron las manos. Después le dijeron que así viviría
mejor, que con sus manos atadas no podrá hacer en el futuro ningún mal (Se
olvidaron de decirle que tampoco podría hacer nada bueno). Se fueron y dejaron
un guardián a la puerta, para que nadie, ni él mismo, pudiera desatarle las
manos. Al principio, aquel hombre trató de romper sus ligaduras. Ante la
inutilidad de sus esfuerzos, intentó poco a poco acomodarse a su situación. Un
día, hasta consiguió atarse los zapatos. Otro día logró encender un cigarrillo…
y así comenzó a olvidarse de que antes había tenido las manos libres. Mientras
esto ocurría, el guardián le contaba las cosas malas que hacían quienes tenían
las manos libres (Se olvidaba de decirle las cosas buenas). Pasaron años,
muchos años y aquel hombre llegó a acostumbrarse a vivir con sus manos atadas,
e incluso llegó a convencerse de que era mejor vivir así. Cuando sus amigos
lograron liberarle le dijeron: “Ya eres libre otra vez”. Pero, ¡oh terrible
desgracia!: llegaron demasiado tarde, porque las manos de aquel hombre habían
quedado ya atrofiadas para el resto de sus días.
Reflexión: Señor Jesús, las
personas somos capaces de acostumbrarnos aún a lo más negativo que podamos
imaginar. Y esto, como todo, encierra un gran riesgo. Ayúdanos a no
conformarnos con las situaciones negativas, sino a luchar por mejorar
permanentemente nuestra vida y la de los demás. Te pedimos por las personas que
han perdido la libertad y ya ni siquiera la echan de menos; y por los que
entregan su vida por la liberación de los otros.
Martes:
EL PACIENTE.
Tema:
SER TÚ MISMO.
¡Buenos días! Khalil Gibrán escribió: Fue
en el jardín de un hospital psiquiátrico donde conocí a un paciente joven, de
rostro pálido y hermoso. Sentándome a su lado, le pregunté: “¿Por qué estás
aquí?”. Me miró asombrado y me respondió: “Es una pregunta inoportuna, pero,
sin embargo, la contestaré: mi padre quiso hacer de mí una reproducción de sí
mismo. También mi tío. Mi madre deseaba que yo fuera la imagen de su ilustre padre.
Mi hermana me indicaba a su esposo, navegante, como el ejemplo a seguir. Mi
hermano mayor pensaba que yo debía ser como él, un excelente atleta. Y mis
profesores, el de filosofía, lengua, música… también fueron dominantes conmigo.
Cada uno pretendió que yo fuera reflejo de sus propias personas. Por eso vine a
este lugar. Al menos aquí puedo ser “yo mismo”.
Reflexión: Señor Jesús: No
es fácil creer esta historia, pero su enseñanza sí que es necesario atenderla:
tú quieres que cada uno sea él mismo. No has pretendido ni siquiera que te
imitemos a ti al pie de la letra. Mucho menos vas a querer que copiemos a
ningún otro. Ayúdanos a defender siempre nuestra propia personalidad. Te
pedimos esta mañana por aquellas personas sometidas al amor egoísta de sus
padres, que les impide ser ellos mismos; y por los educadores respetuosos que
ayudan a que cada uno encuentre su yo propio.
Miércoles:
EL CAMINO.
Tema:
SABER EQUIVOCARSE.
¡Buenos días! Era un día de excursión. Los
discípulos prepararon las mochilas y antes de aparecer los primeros rayos del
sol emprendieron la marcha. El Maestro se situó como guía. Ya en la falda del
monte tomó sin titubear un sendero que creyó el correcto, desestimando todas
las otras posibles subidas a la cumbre. Uno de los jóvenes discípulos señaló la
mejor, con mucha seguridad. Pero el maestro no hizo caso. Tras un esfuerzo
prolongado de varias horas, consumaron la ascensión a la cima. Y una vez allí
comprobaron que la senda elegida por el maestro era una de las menos acertadas,
a causa de los rodeos y su discurrir por parajes abruptos. Nadie se atrevía a
decir nada, hasta que el más joven le preguntó: “Maestro ¿por qué no hiciste
caso al compañero y no has buscado la seguridad total en tu elección?”. El
Maestro, sin molestarse por la pregunta, respondió: “Porque no deseo renunciar
a la libertad deliciosa de equivocarme y de elegir por mí mismo”.
Reflexión: Señor Jesús: El
maestro de la fábula no que ría renunciar a la libertad deliciosa de
equivocarse. ¡Menuda lección! Tú nos has hecho libres y quieres que luchemos
por no caer en otra esclavitud que no sea la de entregarnos libremente al
servicio de los demás. Ayúdanos a no tener miedo a equivocarnos. Te pedimos por
las personas a la que no les dejan ser libres, por falsas publicidades y por no
tener acceso a la educación.
Jueves:
Tema:
¡Buenos días! Una joven estaba aguardando
su vuelo en la sala de espera del aeropuerto. Y como debía esperar un largo
rato, decidió comprar un libro y también un paquete de galletitas. Se sentó
para descansar y poder leer. Asiento de por medio se acomodó un hombre que
abrió su revista y empezó a ojearla. Entre los dos quedó el paquete de
galletas.
Cuando ella tomó la primera, el hombre
también tomó una. Ella se sintió indignada, pero no dijo nada y pensó: “Qué
descarado, me dan ganas de darle una bofetada, para que nunca más se le
olvide”. Cada vez que ella tomaba una galletita, el hombre también tomaba una.
Aquello le enfurecía tanto que no conseguía concentrarse en la lectura, ni
reaccionar. Al ver que quedaba una sola galleta pensó: “¿Qué hará ahora este
abusador?”. Entonces el hombre dividió la última galletita y dejó una mitad
para ella… “¡¡No!!. Aquello le pareció demasiado… Se puso a bufar de rabia,
cerró su libro, cogió sus cosas… y se dirigió al sector de embarque. Una vez
sentada ya en el avión, abrió su bolso y… ¡¡Oh, sorpresa!!. ¡Estaba ahí su
paquete de galletas intacto!. ¡Sintió tanta vergüenza!. Sólo entonces percibió
lo equivocada que había estado. Había olvidado que sus galletas las guardó
dentro del bolso y no las colocó en el asiento. El hombre había compartido las
suyas, sin sentirse indignado, nervioso, ni alterado… Y ya no había tiempo ni
posibilidad para pedirle disculpas y explicarle lo que le había pasado… Pero sí
había tiempo para razonar: ¿cuántas veces nos equivocamos al hacer juicios sobre
las personas y las cosas?
Reflexión: Señor Jesús:
Posiblemente todos los que estamos aquí podemos contar juicios equivocados que
hemos hecho más de una vez. Ayúdanos a no enjuiciar negativamente todo lo que
vemos o sentimos; ayúdanos a tener calma y no lanzar un juicio antes de tener
todos los datos. Te pedimos por los legisladores y por los jueces y fiscales,
para que sean prudentes y no se equivoquen en sus sentencias.
Viernes:
EL PRISIONERO.
Tema:
EL MOMENTO PRESENTE.
¡Buenos días! Le preguntaron en cierta ocasión a Buda: “¿Quién es un hombre
santo?”.Y Buda respondió: “Cada hora se divide en 60 minutos y cada minuto en
60 segundos y cada segundo, en cierto número de fracciones. Pues bien, el santo
es en realidad el que es capaz de estar totalmente presente en cada fracción de
segundo”. Y para que lo entendieran mejor les contó esta parábola: “Un guerrero
japonés fue apresado por sus enemigos, y encerrado en un calabozo. Aquella
noche no podía conciliar el sueño, porque estaba convencido de que a la mañana
siguiente habrían de torturarle cruelmente. Entonces recordó las palabras de su
Maestro Zen: “El mañana no es real. La única realidad es el presente”. De modo
que se volvió al presente… y se quedó dormido”. A la mañana siguiente, los
aliados consiguieron liberarlo.
El hombre en el que el futuro ha perdido
influencia se parece a los pájaros del cielo y a los lirios del campo. ¡Fuera
preocupaciones por el mañana: vive totalmente en el presente!
Reflexión: Señor Jesús, la
lección de Buda es importante: quienes disfrutan de la vida son los que
aprenden a vivir presentes en cada fracción de segundo, sin escapar al pasado o
al futuro nada más que lo imprescindible para sacarle el máximo provecho al
presente. Te pedimos por esas personas que pierden el presente, lamentándose de
los errores cometidos en el pasado o soñando con el futuro que nunca llegará.
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