LECTURAS
CUARTA SEMANA DE MAYO
Lunes:
BUENOS CONSEJOS.
Tema:
AMOR AL PRÓJIMO.
¡Buenos días! Los discípulos preguntaron al maestro qué
habrían de hacer para vivir bien y contentos. Éste les soltó una retahíla de
buenos consejos: “Persigue siempre metas posibles de ser alcanzadas; sonríe
espontánea y genuinamente en toda ocasión; comparte lo tuyo con los otros;
ayuda a los necesitados; mantén joven tu espíritu; relaciónate con ricos,
pobres, bonitos y feos; usa el humor para aliviar tus dificultades; perdona a
los que te incomoden; ten algunos verdaderos amigos en los que confiar; respeta
las diferencias; y mantén alta la confianza en ti mismo y la autoestima”.
Reflexión:
Señor
Jesús: Muchas cosas ha dicho el Maestro que son necesarias para vivir bien y contentos.
Pero posiblemente esta retahíla es como los diez mandamientos que se encierran
en dos o como los racimos de cerezas, en los que una tira de las otras. Te
pedimos por las personas que queriendo trabajar no encuentran trabajo; y por
los empresarios, para que no busquen solamente las ganancias.
Martes:
EL CORREDOR.
Tema:
BÚSQUEDA DE DIOS.
¡Buenos días! El maestro llevaba un tiempo
encontrando a sus discípulos como agitados, nerviosos, por llegar a la meta,
que ellos se habían marcado en alcanzar a Dios. Venía observando que hacían mil
cosas, que les faltaba sosiego, paz, alegría... Y temiendo que aquella
situación fuera empeorando, decidió desenmascarar rápidamente el problema y
darles la solución. Tocó la campana del monasterio y convocó a todos los
discípulos en el Aula Capitular. Cada uno dejó sin terminar lo que estaba
haciendo en ese momento y acudió presuroso a la convocatoria. Tras una breve
oración al Espíritu Santo, el maestro dijo: Había una vez un hombre que buscaba
a Dios con mucho afán. No se daba un respiro en su búsqueda. Corría, corría,
corría… buscando a Dios. Corría, según decía él, porque la vida era corta.
Corría, porque había muchos lugares donde buscar. Corría, porque ansiosamente
quería encontrar a Dios… Hasta que un día, cansado de tanto correr, se paró… Y
Dios, por fin, lo pudo atrapar.
Reflexión: Señor Jesús:
Nuestra vida actual está llena de prisas y de cosas por hacer. No sólo los
ejecutivos corren y corren, sino todos nosotros también. Pero a ti no se te
encuentra en la prisa, sino en la serenidad del corazón, que vive con profundidad
cada suceso de la vida. Ayúdanos a entender esta lección Te pedimos por esas
personas que tantas cosas hacen que no tienen tiempo para ti y para su familia.
Miércoles:
EL MILAGRO.
Tema:
LA RESISTENCIA.
¡Buenos días! Unas veces las parábolas se asemejan a la vida de cada día. Y otras veces es la misma vida la que parece una parábola. En Ban, pequeña ciudad de Irán, había habido un terremoto. Trece días después los periodistas escribían: “Los milagros siguen produciéndose en Ban. Otro hombre fue rescatado en la madrugada de ayer de entre los escombros de una vivienda, trece días después del terremoto que arrasó la ciudad iraní y que causó la muerte de más de 30.000 personas. El superviviente, que entró en coma poco después de su llegada al hospital de campaña ucraniano donde permanece ingresado en estado grave, se identificó como Jalil, y dijo tener 56 años. El equipo de doctores que le atiende considera que su supervivencia es algo inaudito. La explicación podría radicar en el hecho de que el lugar donde fue encontrado estaba húmedo, lo que indicaría que dispondría de algo de agua. ¡Cuánta capacidad tenemos las personas y qué fuerza tiene la vida!. ¿Verdad que da pena pensar que vivimos generalmente a medio gas?
Reflexión: Señor Jesús: ¡Qué
resistencia tiene la vida!. ¡Cuántas posibilidades que no aprovechamos por
tener poca exigencia con nosotros mismos!. Casos como el que hemos escuchado
nos enseñan que no debemos darnos por vencidos a la primera de cambio. Te
pedimos por los enfermos graves, por los más pobres de la tierra y por esos que
atraviesan grandes dificultades.
Jueves:
LA MAESTRA.
Tema:
LA EDUCACIÓN.
¡Buenos días! El periódico traía el otro
día una carta de una maestra, Mª Elena Casas, que empezaba así: “¡Ah! ¿eres
profesor? ¡Pobre!”. Con estas frases, o parecidas, nos complacen nuestros
interlocutores cuando alguien nos presenta. Quien más quien menos, se imagina
lo que supone dedicarse profesionalmente a ello. Los que día a día estamos
viviendo en el aula la realidad de la Enseñanza Secundaria, sabemos que
desgraciadamente en esos comentarios hay mucho de razón”. Es bueno que tomemos
conciencia de lo poco considerada que está socialmente la vocación educadora,
de lo mal que lo están pasando algunos maestros y maestras. Y es justo que
agradezcamos la ayuda que nos prestan, aunque más de una vez nos hagan sufrir.
Reflexión: Señor Jesús:
Gracias por los educadores que hemos tenido desde el primer día que pisamos un
centro educativo. Y gracias, por supuesto, por nuestros padres, los primeros
educadores. Te pedimos por todos los hombres y mujeres que se dedican a este
servicio de la educación, del que San José de Calasanz decía que era el más
noble y más bello; y por los millones de niños y jóvenes que todavía no tienen
escuela.
Viernes:
EL CURA Y EL TAXISTA.
Tema:
SER PRODUCTIVOS.
¡Buenos días! Había una vez en un pueblo dos hombres que se llamaban Joaquín
González. Uno era sacerdote y el otro, taxista. Quiso el destino que los dos
murieran el mismo día. Y al llegar al cielo, San Pedro pregunta al primero:
“¿Tu nombre?”
‐“Joaquín González” ‐¿El sacerdote?. “No,
no, el taxista”. San Pedro consulta sus apuntes y dice: “Bueno, te has ganado
el Paraíso. Te corresponde esta túnica de seda con hilos de plata y esta vara
de oro con incrustaciones de rubíes. Puedes pasar”… Entran dos personas más y
luego le toca el turno al otro Joaquín, quien había presenciado el diálogo con
su paisano. ‐“¿Tu nombre”. Joaquín González, el sacerdote”.
‐“Muy bien, hijo mío. Te has ganado el
Paraíso. Te corresponde esta bata de poliéster y esta vara de plástico”, le
dice San Pedro.
‐Y el sacerdote replica: “Perdón, no es
por presumir, pero… debe haber un error: yo soy el sacerdote y el otro es el
taxista. ¡Era un desastre como taxista!... debe haber un error”. ‐“No hijo,
insistió San Pedro: lo que sucede es que ha llegado al cielo la globalización y
lo que se premia ahora es los resultados. Mira, cada vez que tú predicabas, la
gente se dormía; pero cada vez que el taxista conducía, la gente rezaba y se
acordaba de Dios. ¡Él vendía mejor nuestros servicios!
Reflexión: Señor Jesús:
Felizmente tus criterios no son nuestros criterios. Tú dijiste que en tu Reino
los últimos serán los primeros y nos avisaste que hasta las prostitutas se nos
adelantarán, si no amamos a los demás como tú los amas. Te pedimos por los
últimos de esta tierra, por los marginados, por los que no tienen nada ni nadie
que les ayude.
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