I SEMANA
Lunes:
¡BUEN COMIENZO!
¡Buenos
días!
Comenzamos
ya hace unas semanas la marcha normal de las clases del nuevo curso. Algunos/as seréis nuevos en estas aulas, otros
ya sois veteranos. A todos os deseamos un buen comienzo de curso.
Una
sonrisa para cada día es una breve lectura que se va a hacer todos los días en
la primera clase de la mañana. En la que se van desarrollando diferentes
valores cristianos, pero sobre todo, pretende ser un momento de reflexión, de
silencio interior para podernos abrir a la trascendencia.
¡MUCHO ÁNIMO DESDE EL PRINCIPIO!
Estamos
en las primeras semanas del curso. ¿No
ha ido tan mal, no? Estamos como estrenando ropa nueva.
Te
diré una cosa: lo que hace distintas y divertidas las cosas no son lo nuevas
que sean, sino la ilusión que les vayamos poniendo un día y otro. De esta
forma, cada día puede tener su pelín de “gracia”. A esto le llamamos ilusión y
motivación.
No
soy yo el que te va a decir lo que quieres hacer de este nuevo curso. Tampoco
lo va a hacer el tutor, ni tampoco tus padres en casa. Ya empiezas a ser mayor,
y a saber lo que te conviene. Así que vete averiguando qué pintas aquí este
año, y por qué te vas a esforzar. Nosotros, te iremos dando señales. Pero eres
tú el que debe seguirlas, pensar y decidir.
Qué
duda cabe que este nuevo curso va a suponer un reto a tu inteligencia. Vas a
tener que razonar muchas veces. Va a ser un reto también para tu voluntad, pues
habrá momentos de desánimo en donde deberás levantarte y seguir. El curso va a
ser un reto para tu capacidad de convivencia, pues el camino lo haremos en
grupo.
Y
por fin, va a ser un reto para tu fe; porque queremos que este año crezcas
también como persona creyente. Dios no es algo superfluo, sino el mayor
estímulo para todo lo que hacemos. No lo dudes. El te acompaña y va a estar
dándote ánimo en cada momento. Pero no pienses que va a solucionarte las cosas
con una varita mágica. Tú eres, en definitiva, el que salta al campo y el que
mete goles o se los deja meter.
Nada
más, amigos. Con constancia diaria, entre todos,
seguro que llegamos a la meta. ¡
Martes: LAS SEMILLAS DE LA
REFLEXIÓN DE LA MAÑANA
¡Buenos
días!
Un
muchacho como tú, soñó que entraba en un gran comercio. Había un ángel detrás
del mostrador.
- ¿Qué
vendes aquí? – preguntó el joven.
- Todo
lo que desees – respondió cortésmente el ángel.
Entonces
el chico comenzó la lista de sus peticiones: el fin de todas las guerras del
mundo, más justicia para los explotados, tolerancia y generosidad para los
extranjeros, más amor a las familias, trabajo para los parados, que salgamos ya
de esta puñetera crisis económica que tanto sufrimiento está causando…
El
ángel lo interrumpió:
- Lo
siento, joven… Usted no me ha comprendido bien. Nosotros no vendemos frutos,
sino solamente semillas.
Al
comenzar cada día de este curso te encontrarás en clase que alguien leerá algo
que no es ni matemáticas, ni lengua ni inglés, ni nada que se le parezca. Son
lo que llamamos: un pequeño momento de reflexión, de oración, de
pararnos a pensar que tengo que cultivar mi vida interior, no sólo mi razón, mi
cabeza. Con ello pretendemos daros semillas que florezcan en vosotros/as.
Os
invitamos a escucharlos y que de alguna forma sean una ayuda para vuestra
formación humana y cristiana. ¡Lo dicho, lancémonos a cultivar nuestro corazón, nuestra
vida interior y no sólo nuestra cabeza!
Miércoles: LA PELEA
¡Buenos días! El abuelo y la abuela se hablan peleado, y la abuela estaba tan enojada que no le dirigía la palabra a su marido. Al día siguiente, el abuelo había olvidado por completo la pelea, pero la abuela seguía ignorándole y sin dirigirle la palabra. Y, por más esfuerzos que hacia, el abuelo no conseguía sacar a la abuela de su mutismo. Al fin, el abuelo se puso a revolver armarios y cajones. Y cuando llevaba así unos minutos, la abuela no pudo contenerse y le gritó airada: «¿Se puede saber qué demonios estás buscando?».
«¡Gracias a Dios, ya lo he encontrado!» —le respondió el abuelo con una maliciosa sonrisa—. ¡Tu voz!
Reflexión:
a unos les duran muy poco los enfados, pero hay otros a quienes nos duran
mucho, porque nos cuesta perdonar y olvidar. Mantenernos sin hablar a un amigo
o a alguien de casa porque nos hemos peleado con él nos hace sufrir a nosotros
mismos y a la otra persona. Ayúdanos, Señor, a no ser como la abuela de la
fábula. Te damos gracias hoy por las personas alegres y por las que saben
perdonar, que nos ayudan a vivir felices.
Jueves: LAS TRES CRIBAS
¡Buenos
días! El joven discípulo de un maestro de la sabiduría llegó a casa con honda
preocupación. Ante las repetidas preguntas del maestro, el discípulo musitó en
voz baja: "Maestro, un amigo tuyo está lanzando duras críticas sobre tu
persona por toda la ciudad".
Se
disponía el discípulo a detallar las murmuraciones, cuando el maestro de
sabiduría le dijo: "Antes de contarme nada, espera: ¿Hiciste pasar a
través de las tres cribas lo que vas a contarme?".
El
discípulo abrió sus ojos sin entender nada y respondió: "Maestro, no atino
a comprender qué dices. ¿Puedes explicar a tu discípulo el contenido de tus
palabras? ¿A qué tres cribas te refieres?"
El
maestro de la sabiduría, sin dejar de sonreír y sin inmutarse prosiguió:
"La primera criba por la que debemos hacer pasar todas las opiniones es la
criba de la verdad. ¿Estás seguro que lo que vas a decirme es absolutamente
cierto?"
El
discípulo respondió: "No. Lo oí comentar a unos vecinos".
Continuó
hablando el maestro: "Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda criba,
que es la de la bondad. Eso que deseas decirme, ¿es bueno para alguien?".
Dijo el
discípulo: "No, en realidad, no. Me temo que lo que te voy a manifestar no
es bueno para nadie".
Sin
dejar de sonreír dijo el maestro: "La última criba es la de la necesidad.
¿Crees que es necesario hacerme saber esas críticas que has oído de mí y que
tanto te inquietan?".
El
joven discípulo no respondió con palabras, tan sólo negó haciendo un gesto con
la cabeza. Al llegar a este punto el
maestro concluyó: "Entonces, si lo que ibas a contarme no es verdad, ni
bueno, ni necesario, es mejor que nos olvidemos de ello".
Antes
de hacer alguna afirmación reflexiona. Detente a comprobar que lo que vas a
decir es verdad, es bueno y es necesario que lo afirmes. Tan sólo entonces,
atrévete a hablar. Que tengas un buen día.
Viernes:
EXIGENCIAS
DE UNA BUENA CONVIVENCIA (1)
¡Buenos
días!
1- No
juegues nunca con los sentimientos de los demás. No avergüences a nadie, mucho
menos delante de otras personas.
2- Niégate
a mortificar a otros con ocurrencias, sutilezas y genialidades, por muy
superior que te creas en inteligencia, cultura, dinero, propiedades, poder,
belleza, aptitudes... El humillado nunca lo olvidará.
3-
Procura actuar siempre con justicia o, mejor aún, con cordialidad. De ese modo
evitarás resentimientos y hostilidades. Una manera óptima de servir al prójimo
consiste en amarlo desinteresadamente.