Lunes:
ACTITUDES EN LA VIDA
¡Buenos
días! Conviene, en cualquier situación que te encuentres de la vida, tener en
cuenta una serie de actitudes. Piensa en este rato, sobre algunas de ellas, te
serán muy útiles. Escucha.
1.- AUTOESTIMA. Estudia “a tope” durante un mes y
verás cómo te sientes valioso y capaz.
2.- ORGANIZACIÓN.
Ordena tu habitación, tu mesa de estudio y tus apuntes cada semana, y
sobre todo, haz un buen plan de estudios y,
por favor, ¡cúmplelo!
3.- DECISIÓN. Cuando decidas hacer algo que te
conviene, pasa a la acción de inmediato; si dudas y te retrasas, estás perdido.
4.- SENCILLEZ. Sé muy natural, humano, sencillo
y tolerante contigo y con los demás.
5.- PERSONALIDAD. Sé tú mismo y aprende a defender
tus opiniones sin cabezonería.
6.- VOLUNTAD. Aprende a vencer todos los
obstáculos y a que la dificultad sea para ti un motivo para superarte.
7.- BUEN HUMOR. Procura mantener el sentido del
humor hasta en los peores momentos.
Martes.
FESTIVIDAD DE TODOS LOS SANTOS.
¡Buenos
días! La santidad no es un privilegio de algunos. Es un deber de todo
bautizado. Mañana celebraremos el misterio de esa multitud innumerable de
personas de carne y hueso, como cada uno de nosotros, que ya gozan de la
presencia de Dios. Esta fiesta nos transmite alegría y optimismo, además de ser
una oportunidad para recordarlos, debería ser también una llamada a imitarlos:
si ellos pudieron ser fieles a Jesús, ¿por qué nosotros no?
Todas
las condiciones de vida son caminos de santidad, y por lo tanto todos estamos
llamados a ser santos: cumpliendo los mandamientos, aprovechando los
sacramentos y la oración, poniendo nuestras virtudes al servicio de los demás y
siendo testimonio vivo del amor de Dios en nuestra vida cotidiana.
La
santidad es un don. Para poder recorrer este camino y vivirlo con alegría, lo
único que hay que hacer es dejar actuar a Dios en nuestras vidas y abandonarnos
en su amor.
En
resumen: nuestros talentos, que son dones de Dios, son las semillas con las que
podemos empezar. Los gestos y acciones que hagamos por los demás cada día, van
a ir haciendo de nosotros mejores personas, más abiertas y disponibles, por lo
tanto, no olvidemos:
la santidad es para todos.
¡Tú
puedes ser santo, tú puedes ser santa! No tienes que hacer nada especial, sólo
déjate guiar por Dios, búscalo, ámalo, y déjate amar por Él.
Jueves. LOS FIELES DIFUNTOS
¡Buenos
días! Los cristianos tenemos la costumbre de recordar en los primeros días de este mes, a nuestros
seres queridos que ya nos han dejado.
Cuando
se quiere a una persona se le regala alguna cosa de vez en cuando. A veces, el
día de su santo o cumpleaños, se regalan flores. Son sólo un signo del cariño.
Sucede
lo mismo con nuestros familiares y amigos que han fallecido. Las flores o las
velas que encendemos son un signo de que nos acordamos de ellos y que les
seguimos queriendo, pues el verdadero amor no pasa con el tiempo. Nuestros
difuntos son buenos y nos siguen ayudando. Si te quisieron en la tierra estate
seguro de que te siguen ayudando desde el cielo.
¿No les vas a recordar tú ofreciéndoles unas flores, una vela o una oración? Pensemos un poco en nuestros seres queridos que nos han abandonado. Si los recuerdas no morirán para ti. Ellos te han querido y te siguen queriendo desde el cielo.
Viernes.
LA PAZ PERFECTA.
¡Buenos días! Había una vez un rey que ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera en una pintura dibujar la paz perfecta. Muchos artistas lo intentaron y presentaron sus obras en el palacio del rey. El gran día había llegado. El rey observó y admiró todas las pinturas, pero solo hubo dos que a él realmente le gustaron y tuvo que escoger entre ellas. La primera era un lago muy tranquilo. Este lago era un espejo perfecto donde se reflejaban unas plácidas montañas que lo rodeaban. Sobre estas se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas. Todos quienes miraron esta pintura pensaron que esta reflejaba la paz perfecta. La segunda pintura también tenía montañas pero estas eran escabrosas y descubiertas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua. Todo esto no se revelaba para nada pacifico.
Pero cuando el rey observó cuidadosamente, miró tras la cascada un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca. En este arbusto se encontraba un nido. Allí, en medio del rugir de la violenta caída de agua, estaba sentado plácidamente un pajarito en el medio de su nido... ¡Paz perfecta! El pueblo entero se preguntaba ¿qué cuadro elegiría el rey?
El sabio rey escogió la segunda, y explicó a la gente el por qué... "Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor. Paz significa que a pesar de estar en medio de estas cosas permanezcamos calmados dentro de nuestro corazón. Este es el verdadero significado de la paz".
Y
tú... ¿ya has encontrado la verdadera paz del corazón, entre tanto bullicio?