Lunes:
UN CAPÍTULO NUEVO DE NUESTRA VIDA
¡Buenos días! ¡Feliz Año Nuevo! Ya estamos de nuevo en el colegio
después de las vacaciones de Navidad; supongo que ya tendríais ganas de volver,
¿no?
Nos
hemos deseado felicidad, prosperidad, que se hagan realidad nuestros sueños y
hemos transmitido AMOR a la familia y a los amigos y amigas.
Muchas
veces nos han dicho que nuestra vida es como un libro abierto y todavía sin
acabar de escribir. Cada día una página en blanco que nosotros mismos
rellenamos con lo que hacemos, con nuestras decisiones, con nuestros
pensamientos. Cada año es un capítulo nuevo, una historia nueva que no tiene un
final marcado, porque el final lo ponemos cada uno.
El
capítulo que empezamos hoy es diferente al anterior. Es una historia llena de
oportunidades. Año nuevo, vida nueva: eso quiere decir que tenemos la ocasión
de corregir nuestros errores, de proponernos nuevas metas y de dejar atrás lo
que no hemos hecho del todo bien.
Pero
también este capítulo es continuación de una historia que venimos escribiendo
hace tiempo. Es una ocasión para continuar todo lo bueno que hemos empezado,
para seguir estudiando, divirtiéndote, compartiendo la amistad y buenos
momentos.
Como
nos dice Dios en los Evangelios: “pon tus dones, tus panes”, “comparte tu
tiempo”, “sonríe a todos”, “pon color a la vida”…
Que
este nuevo año que empezamos, Jesús, nos enseñe a ser humildes, generosos,
austeros... en definitiva: a ser buenas personas.
Martes:
ORACIÓN POR EL AÑO NUEVO
¡Buenos
días! Señor, Dios, dueño del tiempo y de la eternidad, tuyo es el hoy y el
mañana, el pasado y el futuro. Al terminar un año quiero darte gracias por todo
aquello que recibí de TI.
Gracias
por la vida y el amor, por las flores, el aire y el sol, por la alegría, por
cuanto fue posible y por lo que no pudo ser.
Te
ofrezco cuanto hice el año pasado, el trabajo que pude realizar y las cosas que
pasaron por mis manos y lo que con ellas pude construir.
Te
presento a las personas que a lo largo de estos meses amé, las amistades
nuevas, los más cercanos a mí y los que estén más lejos, los que me dieron su
mano y aquellos a los que pude ayudar, con los que compartí la vida, el
trabajo, el dolor y la alegría. Pero también, Señor hoy quiero pedirte perdón,
perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado, por la palabra inútil y
el amor desperdiciado. Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho,
y perdón por vivir sin entusiasmo. Por todos mis olvidos, descuidos y silencios
nuevamente te pido perdón.
Al
iniciar un nuevo año detengo mi vida ante el nuevo calendario aún sin estrenar
y te presento estos días: te pido para mí y los míos la paz, la salud y el
cariño. Que yo dé alegría para que, cuantos conviven conmigo o se acerquen a mí
encuentren en mi vida un poco de TI. ¡¡Danos un año feliz!!
Miércoles:
¿OJO POR OJO O PERDONAR?
¡Buenos
días! Jesús nos trae hoy una Buena Noticia. Quizá creamos que sabemos mucho
sobre él, que hemos oído muchas veces hechos de su vida, pero su palabra puede
sonar de forma distinta cada día y nos puede dar luz en nuestros problemas.
En ocasiones,
nos enfadamos con los demás o incluso podemos llegar a insultar a aquel que no
nos cae bien. Ante esto Jesús nos dice unas palabras:
“Habéis
oído que antes se dijo: ‘Ojo por ojo y diente por diente.’ Pero yo os digo: No
resistáis a quien os haga algún daño. Al contrario, si alguien te pega en la
mejilla derecha, ofrécele también la otra.
Al que te pida algo, dáselo; y no le vuelvas la espalda a quien te pida
prestado.”
“También
habéis oído que antes se dijo: ‘Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo.’ Pero yo
os digo: Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen. Así seréis
hijos de vuestro Padre que está en el cielo, pues él hace que su sol salga
sobre malos y buenos, y envía la lluvia sobre justos e injustos. Porque si
amáis solamente a quienes os aman, ¿qué recompensa tendréis? Y si saludáis
solamente a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario?”
Jesús
nos ha dejado este mensaje, para que lo tengamos en cuenta en nuestra relación
con los demás. Su consejo para que seamos felices es que no peguemos, que la
violencia no lleva a ningún sitio. Dar y ayudar a todo el que nos pide algo,
aunque no nos caiga bien o no le conozcamos. En definitiva, saludar, querer,
compartir con todos, pero empezando con los que tenemos al lado: con nuestros
compañeros de clase. Que Dios nos ayude a decir sí siempre que alguien nos
necesite.
Jueves:
ANILLO DE COMPROMISO
¡Buenos
días! Un muchacho entró con paso firme en una joyería y pidió que le mostraran
el mejor anillo de compromiso que tuvieran. El joyero le enseñó uno. El
muchacho contempló el anillo y con una sonrisa lo aprobó. Preguntó luego el
precio y se dispuso a pagarlo.
"¿Se
va usted a casar pronto?", preguntó el dueño.
"No.
Ni siquiera tengo novia", contestó.
La
sorpresa del joyero divirtió al muchacho.
"Es
para mi madre. Cuando yo iba a nacer estuvo sola. Alguien le aconsejó que me
matara antes de que naciera, pues así se evitaría problemas. Pero ella se negó
y me dio el don de la vida. Y tuvo muchos problemas, muchos. Fue padre y madre
para mí, y fue amiga y hermana, y fue maestra. Me hizo ser lo que soy. Ahora
que puedo le compro este anillo de compromiso. Ella nunca tuvo uno. Yo se lo
doy como promesa de que si ella hizo todo por mí, ahora yo haré todo por ella.
Quizás después entregue yo otro anillo de compromiso, pero será el
segundo".
El
joyero no dijo nada. Solamente ordenó a su cajera que le hiciera al muchacho el
descuento aquel que se hacía solo a clientes especiales.
Señor,
gracias por nuestras familias, por todos aquellos que nos quieren y gracias por
todo lo que nos dan.
Viernes:
UNA FORTUNA SIN SABERLO
¡Buenos
días! Un día bajó el Señor a la tierra en forma de mendigo y se acercó a casa
de un zapatero pobre y le dijo: "Hermano, hace tiempo que no como y me
siento muy cansado, aunque no tengo ni una sola moneda quisiera pedirte que me
arreglaras mis sandalias para poder seguir caminando".
El
zapatero le respondió: "¡Yo soy muy pobre y ya estoy cansado de que todo
el mundo venga a pedir y nadie venga a dar!". El Señor le contestó:
"Yo puedo darte lo que tú quieras". El zapatero le preguntó:
"¿Dinero inclusive?". El Señor le respondió: "Yo puedo darte 10
millones de dólares, pero a cambio de tus piernas". "¿Para qué quiero
yo 10 millones de dólares si no voy a poder caminar, bailar, moverme
libremente?", dijo el zapatero.
Entonces
el Señor replicó: "Está bien, te podría dar 100 millones de dólares, a
cambio de tus brazos". El zapatero le contestó: "¿Para qué quiero yo
100 millones de dólares si no voy a poder comer solo, trabajar, jugar con mis
hijos?". Entonces el Señor le dijo: "En ese caso, yo te puedo dar
1000 millones de dólares a cambio de tus ojos".
El
zapatero respondió asustado: "¿Para qué me sirven 1000 millones de dólares
si no voy a poder ver el amanecer, ni a mi familia y mis amigos, ni todas las
cosas que me rodean?". Entonces el Señor le dijo: "Ah hermano mío, ya
ves qué fortuna tienes y no te das cuenta".
Señor,
gracias por la semilla del amor que has puesto en cada uno de nosotros.
Señor,
enséñanos a dar lo mejor de nosotros y ser generosos con todos los
que
tenemos cerca.