III SEMANA
Lunes: CARTA DE JESÚS
¡Buenos días! Como sabéis, nos acercamos
nuevamente a la fecha de mi cumpleaños. Todos los años se hace una fiesta en mi
honor y creo que este año sucederá lo mismo.
Al principio parecían comprender y agradecer lo que
hice por ellos, pero hoy en día nadie sabe para qué lo celebran. La gente se
reúne y se divierte mucho pero no sabe de qué se trata.
Recuerdo el año pasado, al llegar el día
de mí cumpleaños hicieron una gran fiesta en mi honor. Había cosas deliciosas
en la mesa, todo estaba decorado y había muchos regalos, pero ¿sabes una
cosa?... ni siquiera me invitaron, yo era el invitado de honor y no se acordaron
de invitarme. La fiesta era para mí y cuando llegó el gran día... me dejaron
afuera, me cerraron la puerta...
La verdad, no me sorprendió porque en los
últimos años todos me cierran la puerta. Como no me invitaron, se me ocurrió
estar sin hacer ruido, entré y me quedé en un rincón. Estaban todos brindando,
había algunos contando cosas, riéndose, lo estaban pasando en grande. Dieron
las doce de la noche y todos comenzaron a abrazarse, yo extendí mis brazos
esperando que alguien me abrazara, y... ¿sabes? nadie me abrazó. De repente
todos empezaron a repartirse los regalos, uno a uno los fueron abriendo hasta
terminar, me acerqué a ver si de casualidad había alguno para mí, pero no había
nada. ¿Qué sentirías si el día de tu cumpleaños se hicieran regalos unos a
otros y a ti no te regalaran nada?
Comprendí entonces que yo sobraba en esa
fiesta, salí sin hacer ruido, cerré la puerta y me retiré.
Quisiera que esta navidad me permitas
entrar a tu vida, que reconocieras que hace más de dos mil años vine a este mundo
para dar mi vida por amor, por todos y para todos. Hoy, sólo quiero que tú
creas esto con todo tu corazón.
Hasta pronto. Tu amigo, Jesús.
Martes: LA TERNURA SIEMPRE LLAMA DOS VECES (1)
¡Buenos Días! Nunca es tarde para la ternura. «No queremos que sea lo mismo de siempre», nos repetimos una y otra vez cuando llegan estas fechas. Intentemos vivir este tiempo con autenticidad y no claudicar en el ruido luminoso de la ciudad y en sus mensajes digitales. Aunque el ímpetu de la corriente a veces supera nuestras fuerzas. Pero un año más la ternura llama a nuestra puerta como lo hizo a la de María. Quizás no venga como la sabida ternura de postal y ríos de papel de plata. Quizás venga como una ternura recia, incómoda, de compromisos y manos refugiadas y encallecidas; una ternura que nos haga removernos en el sillón porque lo profundo de estos días pasa por descubrir que esta frágil ternura, si la dejamos, llama de nuevo a nuestra puerta. Nunca es tarde para abrirle la puerta y comenzar de nuevo.
Miércoles: LA MADRE DEL ADVIENTO
¡Buenos días! En el
tiempo de Adviento, María es siempre una presencia llena de significado. La
madre que espera, la mujer que acoge la palabra, la muchacha que arriesga, la
amiga que ayuda, la creyente que calla y medita. Todo esto lo encontramos en
María. Que se convierte en espejo en el que mirarnos. Porque también nosotros
necesitamos acoger, arriesgar, servir y dejar que la buena noticia sea semilla
que arraigue en la tierra que somos. Dos miradas a María pueden ayudarme hoy a
pensar en mi propia forma de estar en adviento. La mirada a la mujer que habla
y la mirada a la mujer que ama. ¡Ojalá, María, aprendamos de ti a hablar con verdad!
Jueves: LA TERNURA SIEMPRE LLAMA DOS VECES (2)
¡Buenos días! Nunca es tarde para vivir el misterio de un Dios hecho niño con otro estilo y por senderos más auténticos. Otro año más tenemos el reto de decidir cómo queremos vivir estos días. Podemos dar luz verde a la rutina de siempre y será otra Navidad más sin pena ni gloria, o podemos acoger a un Dios que arriesga para entrar en la historia y decirnos que una Navidad con sabor a evangelio lo hará todo diferente. Podemos decir que no a sucedáneos navideños. Que todo no vale. Y que todo no se puede en estos días. Y que hay cosas que no se compran con dinero. Que nadie nos engañe para llenarnos de urgencias navideñas y vanos compromisos para la cuesta de enero. La ternura pobre del pesebre ayuda a decir sí a lo que importa y a recuperar nuestro centro en Dios. Como cada año, la ternura siempre llega a tiempo y llama una vez más para recordarnos que nunca es tarde para abrirle la puerta.
Viernes: LA AUTÉNTICA CELEBRACIÓN DE LA NAVIDAD
¡Buenos
días! Falta poco para disfrutar y celebrar
Vemos
como los centros comerciales, las tiendas y almacenes están llenos de gente que
entran y salen presurosos por comprar sus regalos, agobiados por el qué van a
regalar, o qué ropa se pondrán,…todo tiene que estar perfecto
para la Navidad ...
Los
miro con tristeza, parecen haber olvidado el verdadero significado de
Parece
que a todos se les ha olvidado el motivo por el que celebramos
Queridos
amigos y amigas, en lugar de pensar cómo
vamos a festejar
Que
ésta sea para compartir con aquellos que verdaderamente no tienen, para llamar
o visitar a aquel amigo o familiar que está enfermo, para dejar nuestro orgullo
a un lado y perdonar a quien nos ofendió, para hacer una oración y dar gracias
a Dios por lo que tenemos. ¡¡FELIZ NAVIDAD!