V SEMANA
Lunes: LA SUAVE INICIATIVA DE DIOS.
¡Buenos días! Un día Dios llamó a mi puerta buscando un hogar para su hijo.
-El
alquiler es barato, de verdad -le digo.
-No
quiero alquilarlo, quiero comprarlo -dice Dios.
-No
sé si querré venderlo, pero puedes entrar y echarle un vistazo.
-Sí,
voy a verlo -dice Dios.
-
Te podría dejar una o dos habitaciones.
-Me
gusta -dice Dios-. Voy a tomar las dos. Quizá decidas algún día darme más.
Puedo esperar.
-Me
gustaría dejarte más, pero me resulta algo difícil; necesito cierto espacio
para mí.
-Me
hago cargo -dice Dios-, pero aguardaré. Lo que he visto me gusta.
-Bueno,
quizá te pueda dejar otra habitación. En realidad, yo no necesito tanto.
-Gracias
-dice Dios-. La tomo. Me gusta lo que he visto.
-Me
gustaría dejarte toda la casa, pero tengo mis dudas.
-Piénsalo
-dice Dios-. Yo no te dejaría fuera. Tu casa sería mía y mi hijo viviría en
ella y tú tendrías más espacio del que
has tenido nunca.
-No
entiendo lo que me estás diciendo.
-Ya
lo sé -dice Dios-, pero no puedo explicártelo. Tendrás que descubrirlo por tu
cuenta. Y esto sólo puede suceder si le dejas a él toda la casa.
-Un
poco arriesgado, ¿no?
-Así
es -dice Dios-, pero ponme a prueba.
-Me
lo pensaré. Me pondré en contacto contigo.
-Puedo
esperar -dice Dios-. Lo que he visto me gusta.
Martes: HACERLE SITIO A DIOS.
¡Buenos días! Me levanté temprano una mañana, y me lancé a aprovechar el día. Tenía tantas cosas que hacer, que no tuve tiempo para rezar. Se me amontonaron los problemas y todo se me volvía cada vez más difícil. «¿Por qué no me ayuda Dios?» -me preguntaba.
Y Él me respondió: «No me lo has pedido».
Quería sentir la alegría y la belleza, pero el día continuó triste y sombrío. Me preguntaba por qué Dios no me las había dado.
Y Él me dijo: «Es que no me las has pedido».
Intenté abrirme paso hasta la presencia de Dios, y probé todas mis llaves en la cerradura. Y Dios me dijo suave y amorosamente: «Hijo mío, no has llamado a mi puerta".
Pero esta mañana me levanté temprano y me tomé una pausa antes de comenzar el día. Tenía tantas cosas que hacer, que decidí tomarme tiempo para rezar.
Reflexión: Hay muchas cosas atractivas que distraen nuestro corazón, que apartan nuestra atención de Dios. La oración no es un proyecto ni una competición. Es tener una experiencia personal de Dios. ¿Somos lo suficientemente generosos para concederle a Dios algunos momentos de nuestro día? ¡Prueba y seguro te sorprenderás!
Miércoles: CONFIANZA TOTAL.
¡Buenos días! Una mujer de 86 años, que tomaba un avión por primera vez, escuchó el siguiente aviso a través de los altavoces interiores: « Habla el capitán. Nuestro motor número cuatro acaba de quedar fuera de servicio, debido a un fallo mecánico. Sin embargo, no hay por qué preocuparse. Continuaremos volando con tres motores y aterrizaremos conforme al horario. También tengo que darles otra noticia tranquilizadora: llevamos cuatro sacerdotes a bordo». La anciana pasajera, que había escuchado el mensaje un tanto alarmada, llamó a la azafata: «¿Sería usted tan amable de decirle al capitán que, por mi parte, preferiría que tuviéramos cuatro motores y tres sacerdotes?»
Reflexión: Encomendad a Dios vuestras preocupaciones, que Él se ocupará de vosotros.
Jueves: Ver a dios en la tribulación.
¡Buenos días! Elena Egan era una laica que había colaborado con las Misioneras de la Caridad durante 30 años. Nos describe sus experiencias con la Madre Teresa, en su libro “Esta visión de la calle”:
Un día,
después de haber estado hablando de toda una serie de problemas, la Madre
Teresa me dijo: Todo es un "problema". ¿Por qué no llamarlo un
regalo?
Y así, hicimos un pequeño cambio en nuestro
vocabulario. Poco después, teníamos que volar de Vancouver a Nueva York. Me
llevé un disgusto cuando nos dijeron que el vuelo iba a sufrir un larga demora,
y fui a comunicarle este “problema” .Entonces, me di cuenta y le dije: «Madre,
tengo que hablarle de un regalo. Tenemos que aguardar aquí cuatro horas, y no llegará usted al convento
hasta muy tarde".
La Madre Teresa, allí mismo, en el aeropuerto, se
puso a leer su libro favorito de meditaciones. Desde entonces, las noticias que
suponían contratiempos o dificultades se transmitía diciendo: «Tenemos un pequeño
regalo» o “hoy tenemos un regalo muy especial”. Aparecían sonrisas, a veces
forzadas, ante situaciones que antes hubieran sido mencionadas con la amarga
palabra, “problemas”.
Viernes: LA ACTITUD CORRECTA ANTE LA MUERTE.
Reflexión: Agradécele a Dios el don de la vida. Pide la gracia de que tu vida sea fructífera y al final de tu vida las personas puedan hablar de todo lo bueno que has hecho.