I SEMANA
Lunes:
LOS LÍMITES DE SER PADRES
¡Buenos
días! Te di la vida, pero no puedo vivirla por ti.
Puedo
enseñarte muchas cosas, pero no puedo obligarte a aprender.
Puedo
dirigirte, pero no responsabilizarme por lo que haces.
Puedo
llevarte a la Iglesia ,
pero no puedo obligarte a querer.
Puedo
instruirte en lo malo y lo bueno, pero no puedo decidir por ti.
Puedo
darte amor, pero no puedo obligarte a aceptarlo.
Puedo
enseñarte a compartir, pero no puedo forzarte a hacerlo.
Puedo
hablarte del respeto, pero no te puedo exigir que seas respetuoso.
Puedo
aconsejarte sobre las buenas amistades, pero no puedo escogértelas.
Puedo
educarte acerca del sexo, pero no puedo mantenerte puro.
Puedo
platicarte acerca de la vida, pero no puedo edificarte una reputación.
Puedo
decirte que el licor es peligroso, pero no puedo decir no por ti.
Puedo
advertirte acerca de las drogas, pero no puedo evitar que las uses.
Puedo
exhortarte a la necesidad de tener metas altas, pero no puedo alcanzarlas por
ti. Puedo enseñarte acerca de la bondad, pero no puedo obligarte a ser
bondadoso. Puedo hablarte de Jesús, pero no puedo hacer que Jesús sea tu Señor.
Puedo
explicarte cómo vivir, pero no puedo darte vida eterna.
¡¡Que
tengáis un buen día!!
Martes: INVITACIÓN A VIVIR LA SEMANA SANTA CON
SENTIDO RELIGIOSO
¡Buenos días! En los últimos años han ido
desapareciendo socialmente los valores y signos religiosos.
Pero no queremos dejar pasar esta última reflexión
antes de las vacaciones sin dejar claro el significado del TRIDUO PASCUAL.
Por lo menos os recordaremos lo que se celebra cada
día. Quizá, al estar enterados, podremos dar sentido religioso a la semana
santa.
JUEVES SANTO es el día del amor fraterno. Este día
se recuerda la última cena que hizo Jesús con sus discípulos. En aquella última
cena, Jesús, como lo hizo durante toda su vida, les recalcó el mandamiento del
amor y se ofreció a sí mismo.
Esa cena fue el establecimiento de la “misa”. Por
ello, el Jueves Santo, se celebra también el día de la EUCARISTIA. Intentemos
celebrar de un modo especial este día del amor fraterno y no arrinconemos este
valor profundo, ya que la sociedad está hoy más necesitada que nunca de esta
fuerza a favor de la persona.
El
VIERNES SANTO, leemos solemnemente el relato de la Pasión de Jesús.
Todos
los cristianos sabemos que hemos sido salvados por la muerte y resurrección de
Jesús. Esto es un consuelo para los que vivimos en el sufrimiento y en la
angustia de la muerte. Ahora sabemos que estos hechos no son la “última
palabra”. Dios nos hace ver que del sufrimiento podemos sacar vida y felicidad.
El cristiano tiene el deber de trabajar para suprimir el dolor, pero cuando
esto no es posible, sabemos que el dolor tiene sentido redentor.
En
la noche de Pascua se celebra LA VIGILIA PASCUAL. El centro de la misma es el
Cirio Pascual, la Luz.
Cristo es la
Luz.
Nosotros
podemos ser esa luz que ilumina nuestra casa.
¡Buenos
días! Estaban un astronauta y un neurocirujano muy reconocido, discutiendo
sobre la existencia de Dios.
El
astronauta dijo: Tengo una convicción, no creo en Dios. He ido al espacio
varias veces y nunca he visto ni siquiera un ángel.
El
neurocirujano se sorprendió, pero disimuló. Luego de pensar unos instantes,
comentó: Bueno, he operado muchos cerebros y nunca he visto un pensamiento.
REFLEXIÓN: "Una persona responsable es
quién libremente decide cumplir por amor, todos sus deberes."
Jueves:
HAY QUE SABER VIVIR “LA CRUZ ”
QUE CADA UNA DE NUESTRAS VIDAS TIENE
¡Buenos
días! Pronto estaremos celebrando la Semana Santa. Una de las tradiciones cristianas de este
tiempo es recordar el Vía Crucis de Jesús: las distintas dificultades que
experimento al llevar la cruz hasta el lugar en que fue crucificado. Hoy pensaremos un poco sobre lo que los
cristianos entendemos por “llevar la cruz”.
”Tomaron, pues, a Jesús, y él cargando con su cruz salió al lugar
llamado Calvario, que en hebreo se llama Gólgota, y allí le crucificaron”
(Evangelio de Juan 19, 16-18).
Un
joven ya no podía más con sus problemas. Cayó de rodillas, rezando:
-
"Señor, no puedo seguir. Mi cruz es demasiado pesada".
El
señor, como siempre, le escuchó y le contestó:
-
"Hijo mío, si no puedes llevar el peso de tu cruz, guárdala dentro de esa
habitación. Después, abre esa otra puerta y escoge la cruz que tú
quieras".
El
joven suspiró aliviado. "Gracias, Señor" dijo, e hizo lo que le había
dicho.
Al
entrar, vio muchas cruces, algunas tan grandes que no les podía ver la parte de
arriba. Después, vio una pequeña cruz apoyada en un extremo de la pared.
"Señor", susurró, "quisiera
esa que está allí".
Y
el Señor contestó: "Hijo mío, esa
es la cruz que acabas de dejar".
Cuando
los problemas de la vida nos parecen abrumadores, siempre es útil mirar a
nuestro alrededor, y ver las cosas con las que se enfrentan los demás. Verás
que debes considerarte más afortunado de lo que te imaginas.
Viernes:
CRUZAR LOS DEDOS
¡Buenos
días! El gesto de cruzar los dedos implica que nuestra boca
está diciendo algo que no es del todo verdadero, por ese motivo, para paliar
nuestra "culpa" cruzamos los dedos en señal de perdón por la mentira
que estamos diciendo. Es como si con ese gesto invalidáramos nuestro juramento
o lo que pronuncia nuestra boca.
También cruzamos los dedos para
invocar a la "buena suerte"... es una especie de amuleto con el que
creemos que nuestros deseos se cumplirán.
Pero lo más curioso de todo es que el
acto de cruzar los dedos no lo hacemos a la vista de los demás, sino que lo
ocultamos. De esa manera solo queda para nosotros.
Me pregunto si al cruzar nuestros
dedos todo quedará saldado, si con ello tan solo estamos mintiéndonos o
invocando a la suerte que es efímera.
Prefiero hacer la cruz de mis dedos a
la vista de todos, significando con ello que en la vida es mejor ir con la
verdad por delante y que en el gesto de la cruz estoy recordando a Aquel que
dio su vida por nosotros para que seamos claros, veraces, sencillos, constantes
en nuestros propósitos y firmes en la fe.
Cruzo los dedos en señal de lo que
creo pero los cruzo por delante y a la vista de los demás.