Lunes: DÍA DE LA PAZ Y LA NO VIOLENCIA
¡Buenos
días!
Declaración de Principios de la Jornada de la
No-violencia y la Paz
1-
Creo que el amor es mejor que el odio y la paz mejor que la guerra.
2-
Me comprometo a ser amigo de todos
3-
Me comprometo a ayudar a todos los que me necesiten.
4-
Haré todo lo posible para que todos vivamos como UNA GRAN FAMILIA, CON UN SOLO
CORAZÓN, para que se termine la violencia, la guerra, y consigamos la paz.
Nuestro centro manifiesta su apuesta incondicional por la paz y en contra de cualquier acción que implique violencia entre los seres humanos. Los valores que promovemos son los que anuncia el Evangelio, plenamente humanos: la vida, el amor, la libertad, la justicia y la paz. Por principio rechazamos cualquier actitud o conducta que implique la pérdida de esos valores fundamentales que nos hacen humanos. Las guerras entre hermanos nunca pueden estar justificadas; pero tampoco los insultos entre nosotros, las amenazas, los enfrentamientos entre grupos, las venganzas, la discriminación…Creemos que el día de la PAZ, tiene que ser cada día en el centro, durante todo el curso. Queremos vivir en armonía y que la agresividad entre nosotros nunca llegue a ser una realidad.
Martes: EL NAUFRAGIO
¡Buenos
días! El único sobreviviente de un naufragio llegó a la playa de una diminuta y
deshabitada isla. Pidió fervientemente a Dios ser rescatado, y cada día miraba
al horizonte buscando ayuda, pero no parecía llegar. Cansado, finalmente optó
por construirse una cabaña de madera para protegerse de los elementos y
almacenar sus pocas pertenencias.
Entonces
un día, tras merodear por la isla en busca de alimento, regresó a su casa para
encontrar su cabaña envuelta en llamas, con el humo ascendiendo hasta el cielo.
Lo peor había ocurrido, lo había perdido todo. Quedo anonadado de tristeza y
rabia. "Dios, ¿cómo pudiste hacerme esto?", se lamentó.
Sin
embargo, al día siguiente fue despertado por el sonido de un barco que se
acercaba a la isla. Habían venido a rescatarlo. "¡¿Cómo supieron que
estaba aquí?!", preguntó el hombre a sus salvadores.- "Vimos su señal
de humo", contestaron ellos.
Reflexión:
Es fácil descorazonarse cuando las cosas marchan mal, pero no debemos
desanimarnos porque Dios trabaja en nuestras vidas aun en medio del dolor y el
sufrimiento. Recuerda la próxima vez que tu cabaña se vuelva humo, puede ser la
señal de que la ayuda y gracia de Dios vienen en camino.
Lunes:
SER LUZ
¡¡Buenos días!! Vosotros sois la luz del mundo Tú eres la LUZ del
mundo si lo pacificas, si ves la fe y el amor, si amas al otro. Tú eres la LUZ del
mundo si eres libre en la verdad, si levantas la bandera de la paz y de la
justicia, si ofreces incondicionalmente tu ayuda y amistad. Vosotros sois la LUZ del mundo si os dais la mano en
cadena solidaria, si os sabéis perdonar y valorar, si os dais la paz y la
plantáis en el corazón del colegio, si
lleváis el amor a todos y si vivís en comunidad y en comunión.
Miércoles: DAME TU MEJOR SONRISA
¡Buenos
días! Nunca dejes de sonreír,
una
sonrisa da alegría, da vida.
Con
tu sonrisa pintarás los sueños
con
un color lleno de vida.
Pintarás
las penas y
harás
que todo lo malo se olvide.
Sonríe
siempre en cada lugar que estés,
camina
sonriendo y el mundo harás diferente.
Una
sonrisa salva una vida doliente,
cuesta
muy poco y produce mucho,
o
hace pobre a quien la da, y
hace
rico a quien la recibe.
Regala
una sonrisa y serás el timón
que
guie la nave del solitario.
Jueves: LOS CLAVOS
¡Buenos
días! Esta es la historia de un niño que tenía muy mal carácter. Su padre le
dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia,
debería clavar un clavo detrás de la puerta.
El
primer día, el niño clavó 37 clavos detrás de la puerta. Las semanas que
siguieron, a medida que él aprendía a controlar su genio, clavaba cada vez
menos clavos detrás de la puerta. Descubrió que era más fácil controlar su
genio que clavar clavos detrás de la puerta.
Llegó
el día en que pudo controlar su carácter durante todo el día. Después de
informar a su padre, este le sugirió que retirara un clavo cada día que lograra
controlar su carácter. Los días pasaron y el joven pudo finalmente anunciar a
su padre que no quedaban más clavos para retirar de la puerta. Su padre lo tomó
de la mano y lo llevó hasta la puerta. Le dijo: " has trabajado duro, hijo
mío, pero mira todos esos hoyos en la puerta. Nunca más será la misma. Cada vez
que tú pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como las que aquí
ves."
Reflexión:
puedes insultar a alguien y retirar lo dicho, pero el modo en cómo se lo digas
lo devastará, y la cicatriz perdurará para siempre. Una ofensa verbal es tan
dañina como una ofensa física y, a veces, más. Por eso, mide tus palabras e
intenta cambiar aquello que puede hacer daño a los demás.
¡Buenos días! Cerca de un arroyo de aguas frescas,
había un pequeño bosque. Los árboles eran muy variados. Todos gastaban las
energías en ser más altos y grandes, con muchas flores y perfumes, pero
quedaban también débiles, con poca fuerza para echar raíz. En cambio un laurel
dijo: "Yo, mejor, voy a invertir mi savia en tener una buena raíz: así
creceré y podré dar mis hojas a todos los que me necesiten".
Los otros árboles estaban muy orgullosos de ser
bellos; ¡en ningún lado había tantos colores y perfumes! Y no dejaban de
admirarse y de hablar de los encantos de unos y otros, y así, todo el tiempo,
mirándose y riéndose de los demás. El laurel sufría a cada instante esas
burlas. Se reían de él, señoreando sus flores y perfumes y le decían:
- ¡Laurel!... ¿para qué quieres tanta raíz? Mira a
nosotros, todos nos alaban porque tenemos poca raíz y mucha belleza. ¡Deja de
pensar en los demás! ¡Preocúpate solo de ti! - Pero el laurel estaba convencido
de lo contrario; deseaba amar a los demás y por eso tenía raíces fuertes.
Un buen día, vino una gran tormenta, y sacudió, sopló
y resopló sobre el bosque. Los árboles más grandes, que tenían un ramaje
inmenso, se vieron tan fuertemente golpeados, que por más que gritaban, no
pudieron evitar que el viento los moviera. En cambio el pequeño laurel, como
tenía pocas ramas y mucha raíz, apenas si perdió unas cuantas hojas.
Entonces todos comprendieron que lo que nos mantiene
firmes en los momentos difíciles, no son las apariencias, sino lo que está
oculto en las raíces, dentro de tu corazón... allí... en tu alma...Y es: ¡EL
AMOR!