viernes, 17 de febrero de 2023

"Una sonrisa para cada día". ESO, CFGB, FPB y Bachillerato. 4ª SEMANA DE FEBRERO.

 


IV SEMANA

Lunes: LA CRISIS SE PUEDEN SUPERAR

¡Buenos días! No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis donde nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias.

Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar superado. Quien atribuye a la crisis sus fracasos y sus penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones.

La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia. El problema de las personas y los países es la pereza para encontrar salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía.

Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque en crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla. (Albert Einstein)

 Martes: LA GALLINA DE LOS HUEVOS DE ORO

¡Buenos días! Un día, trabajando en el campo y lamentándose de su suerte, apareció un enanito que le dijo:
– Buen hombre, he oído tus lamentaciones.
– Voy a hacer que tu fortuna cambie.
– Toma esta gallina; es tan maravillosa que todos los días pone un huevo de oro.

El enanito desapareció sin más y el labrador llevó la gallina a su corral sin darlo más importancia.

Al día siguiente por su sorpresa encontró el huevo de oro que el enano le había prometido. Se fue con ella a la ciudad, donde vendió el huevo por un precio elevado. Al día siguiente, loco de alegría, encontró otro huevo de oro. ¡Por fin la fortuna había entrado a su casa! Todos los días tenía un nuevo huevo. Fue así que poco a poco, con los ingresos de la venta de los huevos, que se fue convirtiéndolo en el hombre más rico de la comarca.

Pero una insensata avaricia hizo presa su corazón y pensó:
– ¿Por qué esperar a que cada día la gallina ponga un huevo?
– Mejor la mato y descubriré la mina de oro que lleva dentro.

Y así lo hizo, pero en el interior de la gallina no encontró ninguna mina. A causa de su avaricia, perdió la fuente de sus ingresos. Y encima por mala gestión gastó toda su fortuna en poco tiempo. Volvió a ser un hombre pobre.

Reflexión: hay que aprender a valorar las cosas, y conformarnos con lo que tenemos.

Miércoles: MIÉRCOLES DE CENIZA

¡Buenos días! Caen las máscaras del carnaval y la ciudad vuelve a su rutina. El carnaval da paso a la cuaresma. Y es hoy justo, cuando comienza.

Hoy es miércoles al que los cristianos llaman de “ceniza”. El viejo rito de la ceniza nos recuerda esa otra cara de nuestra realidad, precaria y fugaz. Nos invita a no enmascararla. ¿Podemos asumir, podemos mirar de frente lo que en nuestras vidas se quema y lo que el tiempo y la lucha diaria reducen a polvo?

La ceniza de hoy es signo de un fuego. Quemamos lo viejo para ir descubriendo la vida nueva. Asumimos con osada sencillez nuestra pobreza, y hasta aquello que se nos ha vuelto gris y acabado, y lo abrimos a Dios, porque Él sabrá hacer de ello suelo fértil donde crece semilla nueva.

La ceniza de hoy sabe a fuerzas y tiempos compartidos, gastados en amor. Su huella en nuestras cabezas nos anima a “quemar las naves” siguiendo al Maestro, a no dejar que nuestra madera de seguidores se apolille o pudra. Vale la pena gastarla en dar luz y calor. Donde hoy se esparce humildemente esta ceniza un día estará el nombre nuevo que Dios pronuncie sobre cada hombre y mujer, la clave de una vida tocada por su amor. La ceniza de hoy nos invita a renacer desde dentro. Feliz tiempo de Cuaresma.

Jueves: NO ESPERES… 

¡Buenos días! No esperes una sonrisa para ser gentil... No esperes ser amado para amar...

No esperes estar solo para reconocer el inmenso valor de un amigo...

No esperes el luto del mañana para reconocer la importancia de quienes están hoy en tu vida... 

No esperes tener el mejor de los empleos para ponerte a trabajar... 

No esperes la nostalgia del otoño para recordar un consejo...

No esperes la enfermedad para reconocer que tan frágil es la vida...

No esperes a la persona perfecta para entonces enamorarte...

No esperes el dolor para pedir perdón... 

No esperes la separación para buscar la reconciliación... 

No esperes elogios para creer en ti mismo...

No esperes que los demás tomen la iniciativa, cuando sabes que tu mueres de ganas de un abrazo,... 

Viernes: ¿EN QUÉ CREES?

¡Buenos días! ¿En qué creo? A veces no lo sé. Es fácil creer en la riqueza (pues, efectivamente, abre muchas puertas), en la belleza (tantas otras), en el éxito, la inteligencia, el aplauso, la oratoria brillante, las propias fuerzas, el trabajo bien hecho, la eficacia, la utilidad, el placer, el talento o la genialidad… Pero no basta. 
Creer en el evangelio es darle la vuelta a las categorías habituales. Creer en la debilidad que se hace fuerte, en la derrota que no tiene la última palabra, en el amor que va más allá de la eficacia y la utilidad, en la palabra que, sin adornos, habla verdad. Es creer en un Dios que entrega su vida por mí. Y en una humanidad amable. Y eso no es fácil.


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