domingo, 16 de febrero de 2025

"Una sonrisa para cada día". ESO, CFGB y Bachillerato. 3ª SEMANA DE FEBRERO.



 

LECTURAS TERCERA SEMANA DE FEBRERO

Lunes: Las estrellas.

Tema: CONFIANZA

¡Buenos días! Una noche estrellada, un avión cruzaba el océano Atlántico. Los pasajeros disfrutaban la cena mientras escuchaban una suave música. De pronto los sistemas de comunicación y dirección del aparato fallaron y el panel quedó en blanco. El ingeniero de vuelo no pudo hacer nada y el piloto se sintió presa del pánico. Pidió a la azafata que preguntara si había algún experto en electrónica entre el pasaje. Un pasajero entró en la cabina. “¿Es usted experto en electrónica?”, preguntó el piloto ‐“No señor, respondió el pasajero”

‐“Entonces, salga de la cabina”, gritó el piloto fuera de sí. “No me sirve”.

‐El pasajero respondió serena y cortésmente: “Dígame, por favor, cuál es el problema, porque creo que puedo ayudarle”.

‐ “Nos encontramos perdidos sobre el océano”.

‐“Entonces yo conozco la solución. Muéstreme su mapa de ruta y el punto de destino”. Con los ojos clavados en el cielo, leyó las estrellas y dirigió el vuelo del piloto. El pasajero era astrónomo.

Reflexión: Señor Jesús: ¡Qué importante es no ponerse nervioso ante los problemas, no angustiarse ante las dificultades! Normalmente todos los problemas tienen más de una solución. Ayúdanos a ser amplios de mente y corazón, y a no negarnos a escuchar a nadie, porque todos pueden ayudar. Te ofrecemos el trabajo y la oración de hoy por esas personas que se dedican al estudio y ponen sus conocimientos al servicio de los demás. Y por aquéllos que ni siquiera saben leer y escribir, porque no han podido ir a la escuela.

 

Martes: “Veloz”

Tema: UNIDAD

¡Buenos días! Érase una vez una colonia de peces pequeños. Cierto día un pez enorme los divisó y se los tragó a todos. Bueno, a todos menos uno, el más pequeñito, al que sus compañeros llamaban “el veloz”. Lejos de entristecerse y asustarse se decidió a explorar todas las bellezas del océano. Un tiempo después encontró otra colonia de pequeños peces como él. ¡Qué feliz se sintió de hallar de nuevo compañía! Les habló de los lugares que había visitado, les contó lo que le pasó a su colonia; y ellos le confesaron que no se alejaban de aquel lugar porque tenían miedo a los peces grandes.

‐“Escuchadme –les dijo‐ sólo hay una manera de seguir vivos y disfrutar de todo lo que el océano nos ofrece: unirnos y permanecer juntos. Agrupémonos, de tal manera que parezcamos un pez enorme y así infundiremos temor a todos los peces grandes” Los peces pequeños se agruparon en forma de un enorme pez, con “el veloz” abriendo filas, como un ojo vigilante, y así pudieron explorar el mar, felices y tranquilos.

Reflexión: La unión hace la fuerza, pero la unión supone esfuerzo y renunciar a los caprichos personales. Estamos hartos de comprobarlo en el deporte y en tantas otras cosas. Señor, ayúdanos a ser promotores de la unión y la paz. Te pedimos por todos los que promueven la unión y la paz en nuestro mundo.

 

Miércoles: El rostro.

Tema: EL PRÓJIMO.

¡Buenos días! El Maestro solía sorprender a los discípulos con enseñanzas que aparentaban ser simples juegos de palabras, pero que encerraban la profunda sabiduría transmitida de generación en generación. Para poner a prueba a sus discípulos, esta vez se le ocurrió preguntarle así: “¿Cuándo sabemos que es de noche o de día?”.

Los discípulos fueron respondiendo por turno: “Cuando somos capaces de ver un animal”… “Cuando divisamos un árbol y somos capaces de adivinar si es un peral o un manzano”… “Cuando podemos distinguir el color de una prenda a diez metros”… “Cuando…”.

El maestro sorprendió a todos diciendo que ninguna de aquellas respuestas era correcta y sentenció solemnemente: “Hijos míos, sólo será de día, aunque reine la noche más obscura, cuando sepamos mirar al rostro de cualquier hombre o mujer y seamos capaces de descubrir en él

 

un hermano o una hermana”. Los discípulos guardaron silencio y rumiaban esta enseñanza en su corazón.

Reflexión: Señor, esta es una gran lección:  “sólo es de día para cada uno de nosotros, cuando sabemos mirar el rostro de cualquier persona y ver un hermano en ella”. Ayúdanos a vivir así. Te pedimos esta mañana por aquellos que se sienten solos en la vida y no son capaces de ver en ningún rostro a un hermano.

 

Jueves: Las gafas.

Tema: LA ACOGIDA.

¡Buenos días! Érase una vez una ciudad muy triste donde todo el mundo llevaba gafas. Los hombres y mujeres de aquella ciudad usaban unas gafas totalmente extraordinarias: unas descomponían la luz, captando sólo unos rayos determinados; otras, lo que descomponían era los objetos y sólo veían algunos aspectos de los mismos; las había que te hacían ver como feo aquello que hasta entonces se había considerado hermoso, y hermoso lo que hasta entonces se había visto como feo… Existían muchas clases de gafas. Y todas creaban de nuevo el mundo, desde una infinidad de puntos de vista distintos. La historia venía de tiempo atrás. Un genio malintencionado había inventado estos diferentes tipos de gafas. Al principio, nadie compraba aquellas extrañas gafas. Después, algunos empezaron a probarlas y encontraban sus efectos muy divertidos. Se pusieron de moda. Todo el mundo comenzó a comprarlas, para poder tener su propia visión de las personas, las cosas y el mundo. Lo peor de estas gafas es que te hacían ver a las demás personas como enemigos. Pero una tormenta de aire quitó cierto día las gafas a todos de golpe y ¡oh, sorpresa!: desde ese instante todos se reconocieron como hermanos, vivieron sin gafas, comieron perdices y fueron felices.

Reflexión: Señor Jesús: Es tiempo de quitarnos las gafas y ver a todas las personas como hermanos: el blanco, el negro, el soberbio, el humilde, el débil, el fuerte… Ayúdanos a liberarnos de esas gafas que se llaman prejuicios, racismo, elitismo… Te pedimos por las personas que caminan con gafas que les hacen ver a los otros como inferiores o enemigos.

 

Viernes: El pozo.

Tema: LA EXPLOTACIÓN.

¡Buenos días! Oculto en el bosque entre la maleza había un pozo abandonado. El sol nunca conseguía penetrar hasta su fondo, por lo que el pozo estaba oscuro y húmedo y sólo lo habitaban unas cuantas ranas. En las copas de los árboles, sin embargo, anidaban las golondrinas, que revoloteando de rama en rama, disfrutaban del calor del sol y del color de las flores. Las pequeñas ranas del fondo se parecían bastante a las personas: estaban siempre ocupadas, trabajando día tras día, en un mundo sin color ni fragancia, sin variedad ni belleza, sin libertad… Su única finalidad en la vida perecía ser producir y producir, constantemente vigiladas por sus jefes, las ranas grandes. Cierto día de verano, en el que un hilo de sol había logrado penetrar en el pozo, una osada golondrina bajó a ver lo que allí pasaba. Entrando y saliendo cantaba la alegría y la libertad. Su canto incitaba a las ranas a vivir una vida mejor, a descubrir la experiencia de los días soleados y del cielo azul, de los placeres del amor y la libertad. Las ranas pequeñas escucharon embelesadas. Pero las grandes pretendieron interrumpir el canto de la golondrina. Poco después de aquello, hubo una revolución en el pozo: las ranas pequeñas hicieron frente a las grandes y, tras una larga batalla, derrotaron a sus explotadoras y consiguieron vivir haciendo de su mundo, un lugar más alegre y feliz.

Reflexión: Señor, Tú nos has creado para ser felices, para disfrutar de este mundo inmenso y precioso que nos has regalado. Ayúdanos a desarrollarlo y a conservarlo para que los que nos han de seguir, disfruten también de él. Hoy te pedimos por los últimos de esta tierra nuestra, por aquéllos a los que les ha tocado la peor parte y lo están pasando mal en sus vidas. 

 

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