domingo, 24 de noviembre de 2019

"Una sonrisa para cada día". ESO, FPB y Bachillerato. 5ª Semana de noviembre.

                                    V SEMANA DE NOVIEMBRE

Durante esta semana las lecturas van a girar en torno a la figura de nuestro fundador, D. Andrés Manjón y Manjón, cuya festividad celebraremos en estos próximos días. 




Lunes: PRINCIPIOS PEDAGÓGICOS  DE D. ANDRÉS MANJÓN
¡¡Buenos días!! Durante esta semana vamos a hablar de Don Andrés Manjón y Manjón, fundador de las Escuelas del Ave María.
Sus principios pedagógicos eran: el fin de las escuelas del Ave-María es educar enseñando; tiene por fin la educación y por medio la enseñanza. Para obtener dicho fin, se procura que la enseñanza sea en sí o por los modos y medios, higiénica, infantil o juvenil; práctica; humana; libre; cristiana, gratuita para el pobre; popular, paternal; social o apoyada en la sociedad y fomentadora de vínculos sociales; y coeducadora”.
Esperemos que todavía hoy sigamos sus principios y no nos olvidemos de la finalidad que D. Andrés quería para sus escuelas.


Martes: LA EDUCACIÓN SEGÚN  D. ANDRÉS MANJÓN (1ª PARTE)

¡Buenos días! Os vamos a dejar algunas de las ideas que D. Andrés tenía de la educación. Para él, la educación tenía que ser:
- Sensible o estética: Es decir, en la educación se deben fomentar los sentimientos nobles del alma por el gusto de lo bello, debe cuidar también el sentimiento; por eso hay que educar la sensibilidad a través de la educación física y de la escuela al aire libre siempre que se pueda. Y todo esto porque la educación de la sensibilidad “produce dicha al favorecer el orden intelectual y contribuir al orden moral”.
- Religiosa: “Manjón – afirma D. José Montero Vives- no concibe una educación integral si se prescinde de Dios”. La necesidad de la educación religiosa es incuestionable, pero hay que darla, según Manjón, “de modo que eduque, porque si no sería un engaño; ha de darse no con meras palabras y libros, sino con ejemplos y prácticas, intuitiva, real y efectivamente, enseñando, inspirando, amando y practicando los deberes religiosos con todos sus detalles; y no por accidente casual, sino como norma de vida”.


Miércoles: “A TAL SANTO, TAL PEANA”

¡Buenos días!
Un golpe en la puerta han dado,
interrumpe su escritura,
yergue su anciana figura
y ve entrar un pequeñuelo
con una carta en la mano
el que dice muy ufano:
-“Don Andrés, le guarde el cielo:
Esta carta me ha entregao,
Para usté, ahora, el correo.”
-¿En qué estáis? -En el recreo.
Hoy la burra yo he limpiao.
Con Dios. Adiós Antoñillo.
-¿Oye?¿a ver? La cara sucia…
-Don Andrés he ío a Rusia
Y es el viaje cansaillo…
………………………….
Roto el sobre, decía así:
“Señor Don Andrés Manjón:
Perdonad si la atención
Esta carta interrumpía,
Pero si la fama tanto
de vos dice, y así creo,
satisfacer un deseo espero.
Os tengo por santo,
y os pido con devoción
que mandéis un retrato,
para rezaros un rato
con todo mi corazón”.
Don Andrés baja su frente,
musita un Ave María,
y en esta fotografía
escribe muy diligente:
“Señora, su ansia vana
quiero calmar de momento.
Os mando este monumento:
A tal santo, tal peana”.


Jueves: LA EDUCACIÓN SEGÚN  D. ANDRÉS MANJÓN (2ª PARTE)

¡Buenos días! Para D. Andrés la educación tenía que ser:
- Debe comenzar desde la cuna: “El niño es educable desde la cuna, y de su primera educación depende gran parte de su porvenir”. De ahí deduce que “la primera y principal educadora del niño es la madre”.
- Debe ser gradual y continua: Es decir, “acomodada al desarrollo físico y espiritual del alumno y ajustada en su marcha a las distintas facultades y tiempos... No conviene forzar las facultades, para que el niño se luzca como si fuera un viejo, ni tampoco dejarlas estancadas y como incapacitadas... Para llegar a una educación completa, deben escalonarse las enseñanzas y los organismos docentes, de tal modo que se obtengan buenos resultados”.


Viernes: VIDA DE D. ANDRÉS MÁNJÓN
¡Buenos días! Hoy, celebramos la fiesta de San Andrés. Fiesta en muchos pueblos y ciudades de nuestra tierra y sobre todo fiesta en nuestros colegios del Ave María, porque es el día de nuestro fundador D. Andrés Manjón, nacido un día como hoy en el año 1846, como sabéis en un pueblecito de Burgos: Sargentes de la Lora. Aunque él era reticente a ir a la escuela, siempre demostró grandes cualidades para el estudio, cosa que sus padres y su tío vieron y deciden guiar sus pasos hacia el sacerdocio. A los 26 años, terminados los estudios, llega a Valladolid, donde ejerce la docencia por poco tiempo. En 1880, y tras una vacante, le conceden la Cátedra Disciplina Eclesiástica en la Universidad de Granada, ciudad en la que vivirá el resto de sus días.
Es elegido por el Cabildo de la Abadía del Sacro Monte para dar la asignatura de Derecho Canónico y por entonces decide encaminarse al sacerdocio. El 19 de junio de 1885 se ordena sacerdote y es nombrado canónigo de la Abadía.
Un día, a finales de 1888, cuando pasaba ante una de las cuevas en el Sacro Monte, oyó a unos niños recitar el Ave María, lo que le llevó a iniciar su obra pedagógica con aquellos niños, acompañando en un principio a la maestra que les enseñaba. Allí mismo funda las Escuelas del Ave-María, su obra capital, a las que les dedica todo su dinero, su empeño y su tiempo.
El proyecto Avemariano lo trasladó a su pueblo natal. En 1918 había escuelas del Ave-María en 36 provincias españolas. A lo largo de su vida, se abrieron unas 400 escuelas por todo el mundo. Fundó, además, el “Seminario de Maestros” para formar a los futuros responsables de las escuelas del Ave-María: "no hay escuela sin maestro". La inauguración del seminario de maestros donde ahora estamos nosotros tuvo lugar el 12 de octubre de 1905. Fue una obra muy querida por él. Don Andrés mereció los elogios como persona responsable, sencilla y seria desde su juventud, fue profesor concienzudo y sacerdote humilde y ejemplar.
Muere don Andrés el 10 de julio de 1923 y es enterrado en una sencilla cripta en la capilla de la Casa Madre del Ave-María. En su lápida están escritas las letras “A M” que rubrican su vida humilde y sencilla.
Sus principios pedagógicos eran
"El fin de las escuelas del Ave-María es educar enseñando; tiene por fin la educación y por medio la enseñanza. Para obtener dicho fin, se procura que la enseñanza sea en sí o por los modos y medios, higiénica, infantil o juvenil; práctica; humana; libre; cristiana, gratuita para el pobre; popular, paternal; social o apoyada en la sociedad y fomentadora de vínculos sociales; y coeducadora”.  En la Casa Madre se encuentra su museo personal con todo lo relacionado con él.
Hoy, en su fiesta, D. Andrés nos recuerda estos fines y nos invita a seguirlos. Él en ésta su obra contó con el apoyo y la fuerza de Jesús. ¡Ojalá nosotros también nos dejáramos seducir por su persona y enseñanzas!
¡¡Que tengamos un buen día de celebración!!


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