Durante esta semana las lecturas van a girar en torno a la figura de nuestro fundador, D. Andrés Manjón y Manjón, cuya festividad celebraremos en estos próximos días.
Lunes: PRINCIPIOS
PEDAGÓGICOS DE D. ANDRÉS MANJÓN
¡¡Buenos
días!! Durante esta semana vamos a hablar de Don Andrés Manjón y Manjón,
fundador de las Escuelas del Ave María.
Sus principios
pedagógicos eran: el fin de las escuelas del Ave-María es educar
enseñando; tiene por fin la educación y por medio la enseñanza. Para obtener
dicho fin, se procura que la enseñanza sea en sí o por los modos y medios,
higiénica, infantil o juvenil; práctica; humana; libre; cristiana, gratuita
para el pobre; popular, paternal; social o apoyada en la sociedad y fomentadora
de vínculos sociales; y coeducadora”.
Esperemos que todavía hoy sigamos sus principios y
no nos olvidemos de la finalidad que D. Andrés quería para sus escuelas.
Martes: LA
EDUCACIÓN SEGÚN D. ANDRÉS MANJÓN (1ª
PARTE)
¡Buenos
días! Os vamos a dejar algunas de las ideas que D. Andrés tenía de la
educación. Para él, la educación tenía que ser:
- Sensible o
estética: Es
decir, en la educación se deben fomentar los sentimientos nobles del alma por
el gusto de lo bello, debe cuidar también el sentimiento; por eso hay que
educar la sensibilidad a través de la educación física y de la escuela al aire
libre siempre que se pueda. Y todo esto porque la educación de la sensibilidad
“produce dicha al favorecer el orden intelectual y contribuir al orden moral”.
-
Religiosa: “Manjón – afirma D. José
Montero Vives- no concibe una educación integral si se prescinde de Dios”. La
necesidad de la educación religiosa es incuestionable, pero hay que darla,
según Manjón, “de modo que eduque, porque si no sería un engaño; ha de darse no
con meras palabras y libros, sino con ejemplos y prácticas, intuitiva, real y
efectivamente, enseñando, inspirando, amando y practicando los deberes
religiosos con todos sus detalles; y no por accidente casual, sino como norma
de vida”.
¡Buenos
días!
Un
golpe en la puerta han dado,
interrumpe
su escritura,
yergue
su anciana figura
y
ve entrar un pequeñuelo
con
una carta en la mano
el
que dice muy ufano:
-“Don
Andrés, le guarde el cielo:
Esta
carta me ha entregao,
Para
usté, ahora, el correo.”
-¿En
qué estáis? -En el recreo.
Hoy
la burra yo he limpiao.
Con
Dios. Adiós Antoñillo.
-¿Oye?¿a
ver? La cara sucia…
-Don
Andrés he ío a Rusia
Y
es el viaje cansaillo…
………………………….
Roto
el sobre, decía así:
“Señor
Don Andrés Manjón:
Perdonad
si la atención
Esta
carta interrumpía,
Pero
si la fama tanto
de
vos dice, y así creo,
satisfacer
un deseo espero.
Os
tengo por santo,
y
os pido con devoción
que
mandéis un retrato,
para
rezaros un rato
con
todo mi corazón”.
Don
Andrés baja su frente,
musita
un Ave María,
y
en esta fotografía
escribe
muy diligente:
“Señora,
su ansia vana
quiero
calmar de momento.
Os
mando este monumento:
A
tal santo, tal peana”.
Jueves: LA EDUCACIÓN
SEGÚN D. ANDRÉS MANJÓN (2ª PARTE)
¡Buenos
días! Para D. Andrés la educación tenía que ser:
-
Debe comenzar desde la cuna: “El niño
es educable desde la cuna, y de su primera educación depende gran parte de su
porvenir”. De ahí deduce que “la primera y principal educadora del niño es la
madre”.
-
Debe ser gradual y continua: Es
decir, “acomodada al desarrollo físico y espiritual del alumno y ajustada en su
marcha a las distintas facultades y tiempos... No conviene forzar las
facultades, para que el niño se luzca como si fuera un viejo, ni tampoco
dejarlas estancadas y como incapacitadas... Para llegar a una educación
completa, deben escalonarse las enseñanzas y los organismos docentes, de tal
modo que se obtengan buenos resultados”.
Viernes: VIDA DE D.
ANDRÉS MÁNJÓN
¡Buenos días! Hoy, celebramos la fiesta de San Andrés.
Fiesta en muchos pueblos y ciudades de nuestra tierra y sobre todo fiesta en
nuestros colegios del Ave María, porque es el día de nuestro fundador D. Andrés
Manjón, nacido un día como hoy en el año 1846, como sabéis en un pueblecito de
Burgos: Sargentes de la Lora. Aunque él
era reticente a ir a la escuela, siempre demostró grandes cualidades para el
estudio, cosa que sus padres y su tío vieron y deciden guiar sus pasos hacia el
sacerdocio. A los 26 años, terminados los estudios, llega a Valladolid,
donde ejerce la docencia por poco tiempo. En 1880, y tras una vacante,
le conceden la Cátedra Disciplina Eclesiástica en la Universidad de Granada, ciudad en la que
vivirá el resto de sus días.
Es elegido
por el Cabildo de la Abadía del Sacro Monte para dar la asignatura de Derecho Canónico y por entonces decide
encaminarse al sacerdocio. El 19 de junio de 1885 se ordena sacerdote y
es nombrado canónigo de la Abadía.
Un día, a
finales de 1888, cuando pasaba ante una de las cuevas en el Sacro Monte, oyó a
unos niños recitar el Ave María, lo que le llevó a iniciar su obra pedagógica
con aquellos niños, acompañando en un principio a la maestra que les enseñaba.
Allí mismo funda las Escuelas del Ave-María, su obra capital, a las que les
dedica todo su dinero, su empeño y su tiempo.
El proyecto
Avemariano lo trasladó a su pueblo natal. En 1918 había escuelas del
Ave-María en 36 provincias españolas. A lo largo de su vida, se abrieron unas
400 escuelas por todo el mundo. Fundó, además, el “Seminario de Maestros” para
formar a los futuros responsables de las escuelas del Ave-María: "no hay
escuela sin maestro". La inauguración del seminario de maestros donde
ahora estamos nosotros tuvo lugar el 12 de octubre de 1905. Fue una obra muy
querida por él. Don Andrés mereció los elogios como persona responsable,
sencilla y seria desde su juventud, fue profesor concienzudo y sacerdote
humilde y ejemplar.
Muere don
Andrés el 10 de julio de 1923 y es enterrado en una sencilla cripta en la
capilla de la Casa Madre del Ave-María. En su lápida están escritas las letras
“A M” que rubrican su vida humilde y sencilla.
Sus
principios pedagógicos eran
"El fin
de las escuelas del Ave-María es educar enseñando; tiene por fin la educación y
por medio la enseñanza. Para obtener dicho fin, se procura que la enseñanza sea
en sí o por los modos y medios, higiénica, infantil o juvenil; práctica;
humana; libre; cristiana, gratuita para el pobre; popular, paternal; social o
apoyada en la sociedad y fomentadora de vínculos sociales; y coeducadora”. En la Casa Madre se encuentra su museo
personal con todo lo relacionado con él.
Hoy, en su fiesta, D. Andrés nos recuerda estos fines
y nos invita a seguirlos. Él en ésta su obra contó con el apoyo y la fuerza de
Jesús. ¡Ojalá nosotros también nos
dejáramos seducir por su persona y enseñanzas!
¡¡Que tengamos un buen día de celebración!!
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