martes, 24 de marzo de 2020

"Una sonrisa para cada día". ESO, FPB y Bachillerato. 4ª Semana de marzo.

IV SEMANA


Lunes: LA CAPILLA UNIVERSAL DE LA ONU

¡Buenos días! En la sede de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) en New York existe una capilla especial.
Construida en los años cincuenta del siglo XX a un lado del edificio central, estaba destinada a todos los creyentes de todas las religiones del mundo.
No tiene cruz, ni imágenes, ni nombres… No tiene altar, ni estatuas, ni cuadros, ni plantas… ni sonrisa. Un pequeño rayo de luz ilumina una enorme piedra vertical: un bloque negro de hematíes extraído de unas minas de Suecia.
Unas filas de bancos permiten ir a rezar o a meditar. Eso es todo. Para algunos seguramente sea un espacio vacío.
Para otros un espacio todoterreno para todo tipo de religión. Algunos pensarán que es un espacio sin vida y que la religión es algo vivo que tiene que invitar a la alegría y dar sentido y esperanza a la vida. ¿Y tú… te has parado a pensar que hay sitios especialmente dedicados para el silencio interior y la oración –las capillas, iglesias-, los utilizas alguna vez por iniciativa personal, sin que te lleven otros?
¿Te has parado a pensar si alguna vez dedicas algo de tu tiempo personal para estar en “silencio interior”, para hacer una oración a Dios? En el templo de Delfos, en Grecia, se pueden leer estas palabras que hoy nos pueden servir:
“Quedad en paz con Dios, cualquiera que sea el concepto que tengáis de él; y, sean cuales sean vuestros trabajos y sueños.
Conservad en el ruidoso desconcierto de la vida la paz en vuestra alma.
¡Pese a todos sus penosos afanes y sus sueños rotos, el mundo es bello! Tratad de ser felices”.

¡Buenos días! Siempre estuve segura de que me había tocado la mamá más mala del mundo. Desde que era muy pequeña, me obligaba a desayunar o a tomar algo por la mañana. Antes de ir a la escuela, por lo menos debía tomar leche, mientras que otras madres ni se ocupaban de eso.
Me hacia un sándwich o me daba una fruta, cuando los demás niños podían comprar patatas fritas y comer golosinas. ¡Cómo me molestaba eso! Y también sus palabras: "Come, ¡anda!, ¡no dejes sin terminar!, ¡acaba!, ¡hazlo bien!, ¡vuelve a hacerlo!", y así siempre...
Me parecía injusta por obligar a trabajar a una menor de edad, y me obligaba a hacer mi cama, a ayudar en la preparación de la comida y a hacer algunos recados. El más horrible era ir todos los días a comprar el pan y sacar la basura. ¡Cuánto trabajo!
Fui creciendo y mi mamá se metía en todo: "¿quiénes son tus amigas?, ¿quiénes son sus mamás?, ¿dónde viven?". Lo peor fue cuando empecé a tener amigos. Mientras las otras amigas los podían ver a escondidas, yo los tenía que pasar a la sala y presentarlos. ¡Era el colmo!
Y el interrogatorio de costumbre: "¿Cómo te llamas?, ¿dónde vives?, ¿qué estudias?, ¿trabajas?"...
Los quehaceres fueron en aumento... que barre, que arregla el cuarto, todo eso era inaguantable.
Los años también pasaron. Me casé e inicié una nueva familia. Ahora soy madre también, y hoy con gran satisfacción le he dado gracias al Señor por mi madre.
Gracias al cuidado que tuvo con mis alimentos, crecí sana y fuerte, y cuando me ponía enferma me cuidaba con mucho cariño.
Gracias a la atención que puso en mis tareas, logré terminar mi carrera.
Gracias a que me enseñó a hacer labores en la casa, ahora tengo mi hogar limpio y ordenado y sé administrar mi hogar.
Gracias al cuidado que puso para que yo escogiera a mis amigas, aún conservo algunas, que son un verdadero tesoro... Gracias a que conoció a mis amigos, pude darme cuenta de quién era el mejor… y ahora es mi esposo.
"Gracias, Señor", le dije desde el fondo de mi corazón, "por darme a mi mamá, a mi mamá querida, a quien solo le vi defectos y no cualidades, a esa mamá, que me ha amado tanto y me formó tan bien.
Solo te pido, Señor, que ahora que yo tengo hijos, me consideren la mamá más mala del mundo".


¡Buenos días! 1.- Cada día, cuando suene el despertador, respira profundamente, sonríe con ganas y date un aplauso. Eres una persona privilegiada.
2.- Mírate al espejo y ríete un poco de ti mismo.
3. Conecta tu móvil y llama. Dios te escucha. Siempre tendrás cobertura. Reza saboreando despacio tus sentimientos.
4. Mantén la línea de tu libertad. Controla la dosis de fútbol, de ruidos, de tele y de alcohol. De lo contrario perderás en la primera esquina la ingenuidad.
5. Sonríe siempre.
6.- Haz ejercicios diariamente. Practica el perdón, la tolerancia, el respeto, la sensibilidad y el cariño
7.- Abre tu agenda y anota: reservado para mí
8.- Practica el refrán: "El que reparte se queda con la mejor parte". No falla.
9.- Práctica la justicia, solidaridad, tolerancia, derechos humanos, y la libertad.
10.- Hazte un seguro de vida eterna. "El que quiera ganar su vida la perderá pero el que pierda su vida por mí la ganará para siempre”. En principio te saldrá un poco caro porque te exigirá una alta inversi6n, pero luego recogerás beneficios abundantes.
REFLEXIÓN: "Regala un minuto a un hermano, Dios te regaló una vida."


¡Buenos días! Uno puede ofrecerle sus ideas a otro como balas o como semillas.
Puede dispararlas, o sembrarlas; pegarle en la cabeza a la gente con ellas, o plantarlas en sus corazones. Las ideas usadas como balas matarán la inspiración y neutralizarán la motivación. Usadas como semillas, echarán raíces, crecerán y se volverán realidad en las vidas en las que fueron plantadas.
El único riesgo en usarlas como semillas: una vez que crece y se convierte en parte de aquellos en quienes fueron plantadas, es probable que nunca te reconozcan el mérito de haberlas ideado.
Pero si uno está dispuesto a prescindir del crédito... ¡recogerá una rica cosecha!
REFLEXIÓN: "Hay tres cosas que no vuelven: la palabra dicha, la oportunidad desperdiciada y el tiempo perdido." 

Viernes: NUNCA TE QUEJES

¡Buenos días! Nunca te quejes de nadie ni de nada, porque fundamentalmente tú has hecho lo que querías en tu vida.
Acepta la dificultad de edificarte a ti mismo y el valor de empezar corrigiéndote.
El triunfo de  la verdadera persona, surge de las cenizas de su error.
Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte, enfréntala con valor y acéptala. De una manera u otra, es el resultado de tus actos, y prueba de que tú siempre has de ganar.
No te amargues de tu propio fracaso, ni se lo cargues a otro; acéptate ahora, o seguirás justificándote como un niño.  Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar.
No olvides que la causa de tu presente es tu pasado, así como la causa de tu futuro será tu presente. Aprende de los audaces, de los fuertes, de quien no acepta situaciones, de quien vivirá a pesar de todo.
Piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo, y tus problemas, sin eliminarlos, morirán. Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande que el más grande de los obstáculos; mírate en el espejo de ti mismo y serás libre y fuerte y dejarás de ser un títere de las circunstancias, porque tú mismo eres tu destino. Levántate y mira el sol por las mañanas y respira la luz del amanecer.
Tú eres parte de la fuerza de tu vida, decídete y triunfarás en la vida; nunca pienses en la suerte, porque la suerte es: "El pretexto de los fracasados".
REFLEXIÓN: Existen dos maneras de llegar alto: una – cristiana –, por el esfuerzo noble y gallardo de subir para servir a los demás; y otra – pagana –, por el esfuerzo bajo e innoble de hundir al prójimo.

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