sábado, 23 de octubre de 2021

"Una sonrisa para cada día". ESO, FPB y Bachillerato. 4ª SEMANA DE OCTUBRE.

 

IV SEMANA

Lunes: ESFUERZO Y PERSISTENCIA

¡Buenos días! El esfuerzo por alcanzar las metas que nos planteamos cada amanecer es un riesgo que corremos en cada momento del día.

Nadie dijo que la generosidad y la entrega fuesen fáciles de conseguir.

Ningún camino hacia lo alto no supone constancia, paciencia, desvelos y coraje… pero si persistimos en nuestro empeño de ser mejores cada día, nuestro esfuerzo se verá recompensado.

Persistir es arriesgar, es acompañar, es proteger aquello que queremos y afianzarnos en lo que creemos.

Persistir es dejar a un lado lo negativo y dejar el tiempo pasar para poder descubrir la grandeza de aquello que vivimos.

Persistir en la fe es agarrarnos fuertemente a los brazos de Dios que siempre acompaña el camino de nuestra vida.

Persistir es Amar.

Martes: RETRATO DE UNA ABUELA

¡Buenos días! Una maestra pidió a los niños que escribiesen el retrato de una abuela. He aquí algunas de sus respuestas:

- Una abuela es una persona que no tiene niños, por eso quiere a los niños de los demás.

-Las abuelas no tienen nada. No tienen más que “estar” ahí.

- Cuando nos llevan de paseo, andan despacio, sin pisar las hojas hermosas ni los gusanillos. No dicen nunca “anda más de prisa”.

- Saben siempre que necesitamos un segundo trozo de tarta o, más bien, el más grande.

- Las abuelas llevan gafas y a veces, pueden incluso quitarse los dientes.

- Las abuelas son los únicos mayores que disponen siempre de tiempo.

Esta mañana ten un recuerdo hacia tus abuelos que siempre están a tu lado y se  te quieren inmensamente.

Miércoles: EL LADO BUENO

¡Buenos días! Se cuenta de una viejecita irlandesa que nunca hablaba mal de nadie; siempre encontraba algo bueno, aún en la peor de las personas. Un día falleció un hombre que parecía almacenar todas las miserias humanas: era ladrón, borracho, peleón pegaba a su mujer y a sus hijos…era un estorbo para la vecindad. La noche del velatorio, la viejecita llegó a la sala donde se iba a rezar el Santo Rosario por el difunto. Todos se miraron y se decían por dentro:

- De éste sí que no podrá decir nada bueno.

La viejecita estuvo un momento callada; parecía que, efectivamente, no sabía qué decir. Pero al fin habló:

- ¡Lástima, sabía silbar tan bien…! Daba gusto oírle cuando pasaba todas las mañanas por debajo de mi ventana.

Reflexión: No hay nadie tan desgraciado que no tenga algo bueno. Es cuestión de saber verlo. Cuando se mira con amor, se ve lo que hay de bueno en las personas.

¿Te atreves a mirar hoy así a los que te rodean?


Jueves: UNA SONRISA

¡Buenos días! Había una vez un heroico caballero. Su valentía era tan grande, y su espada tan temida, que cansado de buscar dragones, ogros y monstruos de cuento en cuento, decidió abandonar los cuentos y venir a probar su valentía y su destreza al mundo real. Pero cuando llegó aquí, no encontró temibles criaturas, ni malvados brujos. Y era muy raro, porque lo único que vio fue gente que iba de un lado a otro, con prisa y sin hablar con nadie, como si algo terrible fuera a ocurrir. Pero al acabar el día, nada malo había ocurrido. Y así un día, y otro, y otro.

El caballero pensó que aquella podría ser su aventura más heroica. Quería encontrar el misterio de la angustia del mundo real. Buscó, preguntó, indagó, navegó y trepó, pero no encontró nada. Dispuesto a no rendirse, regresó a su mundo de cuentos para hablar con el gran sabio:

- Dime, gran sabio ¿cuál es el gran enemigo invisible que atemoriza a las gentes del mundo real?

El gran sabio calló durante largo rato, y finalmente dijo:

- No tienes fuerza ni coraje suficientes para vencer esta batalla. El enemigo no existe, pero es poderoso, y tan numeroso como las estrellas del cielo.

- ¡Cómo! - protestó el caballero - ¿es eso posible?

El gran sabio contestó:

-En el mundo real, como no había dragones ni ogros, se inventaron los enemigos, y ahora los llevan dentro. Cada uno tiene un enemigo hecho a su medida, y ésta dentro de su corazón. Para unos se llama codicia, para otros envidia, para otros egoísmo, pesimismo o desesperanza. Han sembrado su interior de malos sentimientos, llevándolos consigo a todas partes, y no es nada fácil arrancarlos de allí.

- Yo lo haré -repuso el caballero- yo los libraré.

Y el caballero regresó al mundo, llevando consigo todas sus armas. Y uno tras otro, se fue ofreciendo a cuantos encontraba para liberarles de su mal interior. Pero nadie le hizo caso. Finalmente, agotado y confundido, arrojó sus armas al suelo y se dirigió hacía una piedra del camino para descansar. Pero al hacerlo, tropezó con la espada y fue aparar al suelo, dándose de cabeza contra un pollo que cacareaba por allí. Al verlo, un hombrecillo triste que pasaba por aquel lugar, comenzó a reír a carcajadas, tanto que casi no podía mantenerse en pie. El caballero se enfadó, pero al mirar al hombrecillo, observó en sus ojos el brillo alegre que no había encontrado en el mundo real.

Y así fue como el caballero encontró por fin la solución al mal de los habitantes del mundo; sólo necesitaban una sonrisa, una pequeña ayuda para desterrar sus malos sentimientos y disfrutar de la vida. 

Viernes: LOS FIELES DIFUNTOS

¡Buenos días! Los cristianos tenemos la costumbre de recordar  en los primeros días de este mes, a nuestros seres queridos que ya nos han dejado.

Cuando se quiere a una persona se le regala alguna cosa de vez en cuando. A veces, el día de su santo o cumpleaños, se regalan flores. Son sólo un signo del cariño.

Sucede lo mismo con nuestros familiares y amigos que han fallecido. Las flores o las velas que encendemos son un signo de que nos acordamos de ellos y que les seguimos queriendo, pues el verdadero amor no pasa con el tiempo. Nuestros difuntos son buenos y nos siguen ayudando. Si te quisieron en la tierra estate seguro de que te siguen ayudando desde el cielo.

¿No les vas a recordar tú ofreciéndoles unas flores, una vela o una oración? Pensemos un poco en nuestros difuntos, en nuestros seres queridos que nos han abandonado. Si los recuerdas no morirán para ti. Ellos te han querido y te quieren.


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