III SEMANA
Lunes: ¿PARA QUÉ SIRVE UN MINUTO?
¡Buenos
días! Un minuto sirve para sonreír. Un minuto sirve para ver el camino, admirar
una flor, sentir el perfume de la flor, percibir la transparencia del agua. Un
minuto sirve para escuchar el silencio. Es en un minuto en que uno dice el sí,
o el no que cambiará toda su vida. Un minuto sirve para un apretón de mano y
conquistar un nuevo amigo.
Un
minuto para sentir la responsabilidad, pesar en los hombros, la tristeza de la
derrota, la amargura de la incertidumbre, el hielo de la soledad, la ansiedad
de la espera, la marca de la decepción, la alegría de la victoria. En un minuto
se puede amar, buscar, compartir, perdonar, esperar, creer, vencer y ser. En un
minuto se puede salvar una vida.
Un minuto parece increíble, parece tan poquito, y sin embargo, puede dejar una huella tan profunda en nuestra vida. Que el reloj de tu vida marque cada minuto al compás de los latidos de tu corazón.
Martes:
ELIJO LA ALEGRÍA
¿No
es éste un excelente ejemplo de sabiduría, para saber decidir bien y disfrutar
de la vida? Nuestra alegría depende de nosotros mismos. Es triste ver como
personas, en sus vidas cotidianas permiten que la amargura permanezca en sus
vidas, afectando sus propios corazones, y afectando a los demás. Una mente
positiva y una actitud alegre y sonriente pueden cambiar el rumbo de la vida de
una persona, y de las que le rodean. Elige siempre la alegría.
Miércoles: PARÁBOLA SOBRE LA VIDA MODERNA.
¡Buenos
días! Los animales se reunieron en asamblea y comenzaron a quejarse de que los
humanos no hacían más que quitarle cosas.
·
Se
llevan mi leche, dijo la vaca.
·
Se
llevan mis huevos, dijo la gallina.
·
Se
llevan mi carne y mi tocino, dijo el cerdo.
·
Me
persiguen para llevarse mi grasa, dijo la ballena.
Y así sucesivamente.
Por
fin hablo el caracol:
Yo tengo algo que les gustaría tener más que
otra cosa. Algo que ciertamente me arrebatarían si pudieran: TIEMPO.
REFLEXIÓN:
Tienes todo el tiempo del mundo. Solo hace falta que quieras tomártelo. ¿Qué te
detiene?
Jueves: UNA PERSONA DESAGRADABLE
¡Buenos días! En un avión iniciando el vuelo
una señora oprime insistentemente el timbre para llamar a la azafata:
-¿Cuál
es el problema señora? Pregunta la azafata.
-¿Es
que no lo ve? responde la dama, me colocaron junto a un sucio indígena. No
soporto estar al lado de uno de estos seres repugnantes, ¿no tiene otro
asiento?
-Por
favor, cálmese dice la azafata, casi todos los asientos están ocupados. Pero,
voy a ver si hay algún lugar disponible.
La
azafata se aleja y vuelve unos minutos más tarde:
-Señora,
como yo pensaba, ya no hay ningún lugar libre en la clase económica. Hablé con
el comandante y me confirmó que no hay más sitios en la clase económica. No
obstante, tenemos un lugar en primera clase.
Antes
de que la dama pudiera hacer el menos comentario, la azafata sigue: es del todo
inusual permitir a una persona de la clase económica sentarse en primera clase.
Pero, dadas las circunstancias, el comandante encuentra que sería escandaloso
obligar a alguien a sentarse junto a una persona tan repugnante. Todos los
pasajeros alrededor observan la escena, indignados. Entonces la azafata,
dirigiéndose al indígena le dice:
-Si
el señor lo desea, tome su equipaje de mano, ya que un asiento en primera clase
le espera. Y los pasajeros que sorprendidos presenciaron la escena: se
levantaron y aplaudieron.
Viernes: SÉ TU MISMO
¡Buenos
días! Según una antigua parábola japonesa, había un picapedrero japonés llamado
Hashmu que era pobre y a veces refunfuñaba por sus tareas agotadoras. Un día,
mientras estaba desmenuzando una piedra, llegó el emperador montado en un
hermoso caballo. "¡Qué maravilloso sería si yo pudiera ser el
emperador!", pensó Hashmu. Y estando aun las palabras en su mente, una voz
dijo: "¡Sea Hashmu el emperador!" Inmediatamente se convirtió en
emperador.
Al
seguir cabalgando, empezó a sentir el calor del sol. Después decidió ser el
sol, y se convirtió en el sol, pero cuando las nubes le impidieron brillar
sobre la tierra, pidió ser una nube. Se convirtió en una nube y regó los campos
con lluvia. El agua arrastró todo con excepción de una gran roca que estaba en
el río. Por lo tanto, Hashmu pensó que era preferible convertirse en una roca,
pero cuando un hombre comenzó a cincelarlo con sus herramientas, decidió que
quería ser hombre. Y una voz dijo: "¡Hashmu, sé tú mismo!" De modo
que Hashmu volvió a tomar sus instrumentos de trabajo y reanudó contento sus
tareas.
Reflexión:
¡Sé tú mismo!" Esto es lo que Dios espera de ti, y es el camino para la
felicidad. Si imitamos a otros, o deseamos sus responsabilidades, no cumplirnos
con nuestra parte especial en el plan de Dios. No lo olvides: muéstrate como
eres siempre a los demás.
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