martes, 7 de diciembre de 2021

"Una sonrisa para cada día". ESO, FPB y Bachillerato. 2ª SEMANA DE DICIEMBRE.

 



II SEMANA

Jueves: ADVIENTO

¡Buenos días! No sé si te has dado cuenta que el curso va avanzando y poco a poco vamos llegando a una de los momentos del año más importante para nosotros: comenzamos a preparar de forma especial la venida de Jesús, ya hemos empezado  EL ADVIENTO. 

Dicen que una vez una golondrina llegaba tarde a la última cita del otoño. El verano se acababa, y todas sus compañeras ya habían partido hacia países de clima más cálido. ¿Qué podía hacer? Se echó sola al mar. El sol calentaba fuerte y no se veía ningún barco. Después de varias horas de vuelo, perdió los ánimos y se agotó. Decidió dejarse caer en el agua y morir, porque había llegado al límite de sus fuerzas. En ese preciso momento vio otra golondrina que planeaba casi a ras del mar en la misma dirección. Se alegró y haciendo un esfuerzo remontó el vuelo. Cada vez que se sentía cansada miraba a su compañera que la seguía en todo el trayecto. Así cada vez volaba con más fuerza. Llegó la noche y su amiga desapareció, pero la meta estaba muy cerca y la golondrina tuvo fuerzas para continuar. Cuando llegó, se dijo a sí misma: “¿Dónde está mi compañera de viaje? ¿O… quizás, era solamente mi propia sombra proyectada sobre el agua del mar?” Ella misma, casi sin saberlo, se había dado la fuerza y los ánimos que necesitaba.

Cada cual de nosotros ha de tener en sí mismo un buen compañero de viaje, querido y valorado: Jesús que llega esta Navidad. Llevamos dentro de nosotros la fuerza que necesitamos, como un gran tesoro, y a veces no lo sabemos.  Jesús, tú…los demás…ése es el gran reto del Adviento.

 

Viernes: ATRÉVETE A CONFIAR

¡Buenos días! Dicen que una vez un hombre era perseguido por varios malhechores que querían matarlo.  El hombre ingresó a una cueva. Los malhechores empezaron a buscarlo por las cuevas anteriores de la que él se encontraba.  Con tal desesperación elevó una plegaria a Dios de la siguiente manera:

“Dios todopoderoso, haz que dos ángeles bajen y tapen la entrada para que no entren a matarme”.  En ese momento escuchó a los hombres acercándose a la cueva en la que él se encontraba, y vio que apareció una arañita.  La arañita empezó a tejer una telaraña en la entrada.  El hombre volvió a elevar otra plegaria, esta vez más angustiado:

 “Señor, te pedí ángeles, no una araña.” Y continuó: “Señor, por favor, con tu mano poderosa coloca un muro fuerte en la entrada para que los hombres no puedan entrar a matarme”.  Abrió los ojos esperando ver el muro tapando la entrada, y observo a la arañita tejiendo la telaraña.  Estaban ya los malhechores ingresando en la cueva anterior de la que se encontraba el hombre y éste quedó esperando su muerte.  Cuando los malhechores estuvieron frente a la cueva en la que se encontraba el hombre ya la arañita había tapado toda la entrada, entonces se escuchó esta conversación:

1º hombre: “Vamos, entremos a esta cueva.”

2º hombre: “No. ¿No ves que hasta hay telarañas?, nadie ha entrado en ésta.”


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