III SEMANA
Lunes: HE APRENDIDO.
¡Buenos días! Estamos a punto de acabar el primer tramo de curso. Pronto nos darán resultados académicos. Es hora tal vez de hacer balance, mientras llegan las vacaciones de Navidad. Te invito esta mañana a escuchar estas frases, y a que digas con cuál de ellas te identificas más:
He aprendido que....la vida es dura, ¡pero yo lo soy más!
He aprendido que...las oportunidades no se pierden nunca las que tú dejas
marchar...las aprovecha otro.
He aprendido que...cuando siembras rencor y amargura la felicidad se va a
otra parte.
He aprendido...que necesitaría usar siempre palabras buenas...porque mañana
quizás me las tengo que tragar.
He aprendido...que una sonrisa es un modo económico para mejorar mi
aspecto.
He aprendido...que no puedo elegir como me siento...pero siempre puedo
hacer algo.
He aprendido que...se necesita gozar del viaje y no pensar sólo en la meta.
He aprendido que...cuanto menos tiempo derrocho...más cosas hago.
Martes: ELIJO LA ALEGRÍA.
¡Buenos
días! A un anciano de 102 años de edad que siempre solía estar de buen humor, se
le preguntó un día cuál era la razón de su alegría. Y el hombre contestó:
“Todas las mañanas, cuando me levanto, puedo elegir entre estar alegre o estar
triste; pero siempre elijo la alegría”.
¿No es éste un excelente ejemplo de sabiduría, para saber decidir bien y disfrutar de la vida? Nuestra alegría depende de nosotros mismos. Es triste ver como personas, en sus vidas cotidianas permiten que la amargura permanezca en sus vidas, afectando sus propios corazones, y afectando a los demás. Una mente positiva y una actitud alegre y sonriente pueden cambiar el rumbo de la vida de una persona, y de las que le rodean. Elige siempre la alegría.
Miércoles: PARABOLA SOBRE LA VIDA MODERANA.
¡Buenos
días! Los animales se reunieron en asamblea y comenzaron a quejarse de que los
humanos no hacían más que quitarle cosas.
·
Se
llevan mi leche, dijo la vaca.
·
Se
llevan mis huevos, dijo la gallina.
·
Se
llevan mi carne y mi tocino, dijo el cerdo.
·
Me
persiguen para llevarse mi grasa, dijo la ballena.
Y así sucesivamente.
Por
fin hablo el caracol:
Yo tengo algo que les gustaría tener más que
otra cosa. Algo que ciertamente me arrebatarían si pudieran: TIEMPO.
REFLEXION: Tienes todo el tiempo del mundo. Solo hace falta que quieras tomártelo. ¿Qué te detiene?
Jueves: UNA PERSONA DESAGRADABLE.
¡Buenos días! En un avión iniciando el vuelo
una señora oprime insistentemente el timbre para llamar a la azafata:
-¿Cuál
es el problema señora? Pregunta la azafata.
-¿Es
que no lo ve? responde la dama, me colocaron junto a un sucio indígena. No
soporto estar al lado de uno de estos seres repugnantes, ¿no tiene otro
asiento?
-Por
favor, cálmese dice la azafata, casi todos los asientos están ocupados. Pero,
voy a ver si hay algún lugar disponible.
La
azafata se aleja y vuelve unos minutos más tarde:
-Señora,
como yo pensaba, ya no hay ningún lugar libre en la clase económica. Hablé con
el comandante y me confirmó que no hay más sitios en la clase económica. No
obstante, tenemos un lugar en primera clase.
Antes
de que la dama pudiera hacer el menos comentario, la azafata sigue: es del todo
inusual permitir a una persona de la clase económica sentarse en primera clase.
Pero, dadas las circunstancias, el comandante encuentra que sería escandaloso
obligar a alguien a sentarse junto a una persona tan repugnante . Todos los
pasajeros alrededor observan la escena, indignados. Entonces la azafata,
dirigiéndose al indígena le dice:
-Si
el señor lo desea, tome su equipaje de mano, ya que un asiento en primera clase
le espera. Y los pasajeros que sorprendidos presenciaron la escena: se
levantaron y aplaudieron.
Viernes: SÉ TU MISMO
¡Buenos
días! Según una antigua parábola japonesa, había un picapedrero japonés llamado
Hashmu que era pobre y a veces refunfuñaba por sus tareas agotadoras. Un día,
mientras estaba desmenuzando una piedra, llegó el emperador montado en un
hermoso caballo. "¡Qué maravilloso sería si yo pudiera ser el
emperador!", pensó Hashmu. Y estando aun las palabras en su mente, una voz
dijo: "¡Sea Hashmu el emperador!" Inmediatamente se convirtió en
emperador.
Al
seguir cabalgando, empezó a sentir el calor del sol. Después decidió ser el
sol, y se convirtió en el sol, pero cuando las nubes le impidieron brillar
sobre la tierra, pidió ser una nube. Se convirtió en una nube y regó los campos
con lluvia. El agua arrastró todo con excepción de una gran roca que estaba en
el río. Por lo tanto, Hashmu pensó que era preferible convertirse en una roca,
pero cuando un hombre comenzó a cincelarlo con sus herramientas, decidió que
quería ser hombre. Y una voz dijo: "¡Hashmu, sé tú mismo!" De modo
que Hashmu volvió a tomar sus instrumentos de trabajo y reanudó contento sus
tareas.
Reflexión:
¡Sé tú mismo!" Esto es lo que Dios espera de ti, y es el camino para la
felicidad. Si imitamos a otros, o deseamos sus responsabilidades, no cumplirnos
con nuestra parte especial en el plan de Dios. No lo olvides: muéstrate cómo
eres siempre a los demás.
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