IV SEMANA
Lunes: LA OTRA ORILLA
¡Buenos
días! ¿Por qué miras siempre hacia el otro lado? ¿Por qué piensas siempre que
los otros, amigos, conocidos y vecinos, son más dichosos, y dices con ligereza:
a los otros les va mucho mejor, y yo doy lo mejor de mí y no llego a nada...?
La
otra orilla siempre es más bella. Jamás tuviste en cuenta que también los de la
otra orilla te observan y piensan que posees mucha más felicidad, pues ellos
solo ven tu parte agradable. Tus pequeñas y grandes preocupaciones no las
conocen. La felicidad no está en la otra orilla... Está en tu forma de ver tu
orilla. Aprecia la orilla donde Dios te puso, y no creas que la otra es la
mejor, pues Dios te puso donde debes estar.
Debemos aprovechar nuestras virtudes, y tratar de corregir nuestros defectos. Pero siempre desde nuestra propia realidad. Tenemos que aprender a convivir con nosotros mismos, a aceptarnos y a aceptar nuestra circunstancia. Y a partir de allí abrirnos al mundo como somos... Sin envidias, sin soberbia, sin complejos. Nuestra meta este año debe ser poder ver nuestra orilla con los ojos de Dios.
Martes: ALAS DE LIBERTAD Y DE PAZ
¡Buenos
días! Si la paz se representa en una paloma es posible que sea porque las alas
son símbolo de libertad.
Alzar
el vuelo es sinónimo de madurez, de felicidad interior y de sentirnos parte del
universo que Dios nos ha regalado.
Para
volar en libertad es necesario no sentirnos amenazados por el arma que nos
puede destruir, de no ser así nuestro vuelo será arriesgado y temeroso... será
un vuelo alocado y sin destino concreto que nos desgastará sin alcanzar ningún
sitio.
Si la
paloma de color blanco es signo de paz es porque el color de las nubes que
alcanzamos son blancas y nos invitan a sentirnos parte de ellas, que al fin y
al cabo, es sentirnos parte del cielo que deseamos surcar.
Levantemos
nuestro vuelo para ser "paloma blanca" que, junto a otras muchas
palomas, elevamos nuestra vida hacia el Amor y la Bondad.
Miércoles:
SOLO UNA PASTILLA MÁS
¡Buenos
días! Sólo una pastilla más. Si eso fue lo que les dije a mis amigos, sólo una
pastilla más y ya no volveré a consumir otra. Pero como siempre, nunca he
podido de dejar de consumir drogas. Mis padres y mis amigos me han dicho que
deje de consumir drogas, porque puede irme mal y como siempre nunca les hago
caso.
Hace
dos días, consumí más de una pastilla sólo para salir de la depresión, me
comenzó a doler la cabeza y me desmaye. Recuerdo que al día siguiente amanecí
acostado en la cama de un hospital, viendo a mis padres que estaban a un
costado de la cama, llorando sin parar y yo sin poder moverme y decirles que no
se preocupen que yo voy a estar bien.
Hoy
estoy muy triste porque mis padres y amigos ya no me hacen caso, yo les hablo
fuerte e incluso hasta les grito para que me hagan caso, pero ellos no me
escuchan. Creo que yo ya estoy muerto por el simple hecho de que no me hablan e
incluso juraría que no me ven. En la tarde vi a mis padres llorar como nunca
habían llorado, preguntándose porque tuve que morir. Si tan sólo hubiera hecho
caso nada de esto hubiera pasado. Pero yo siempre decía: "Sólo una
pastilla más" y ya no vuelvo a consumir otra, pero nunca cumplí. ¡Qué
lástima! Así que amigo si te encuentras hundido en las drogas o cualquier otra sustancia o adicción, trata de salir de
ellas antes de que te pase lo mismo y sea demasiado tarde.
Jueves: ¿DÓNDE ESTÁ DIOS?
¡Buenos días! Cierto día, iba paseando por una calle
cuando de repente vi a un niño hambriento, sucio y tiritando de frío dentro de
sus harapos. Me
encolericé y le dije a Dios:
– ¿Por
qué permites estas cosas?
– ¿Por qué no haces nada para ayudar a esa pobre niño?
Esperé
la respuesta, pero fue en vano.
Sin
embargo, aquella noche, cuando menos lo esperaba, Dios respondió a mis
preguntas airadas:
–
Ciertamente que he hecho algo.
– Te he hecho a ti.
No busques culpabilizar a los demás, encuentra soluciones en ti mismo.
Viernes: EL SILENCIO
¡Buenos días! No viene mal un
poco de quietud. El silencio no es, sin más,
el espacio donde hay ausencia de ruido. No es un ámbito de vacío o de
aislamiento. En el silencio es
donde aprendemos a escuchar de otra manera. Sería el mejor preámbulo de las palabras. Para saber
lo que uno va a decir. Pensarlo bien. Rezar sobre la vida. En el silencio
podemos descubrir muchas cosas de nosotros mismos. Y podemos aprender a escuchar a Dios. Y a entender al
mundo. Y a acoger Su palabra de
forma que nos suene como algo nuevo, y no como la vieja cantinela a la que casi
no le prestamos atención.
No hay comentarios:
Publicar un comentario