viernes, 15 de diciembre de 2023

"Una sonrisa para cada día". ESO, CFGB y Bachillerato. 2ª SEMANA DE DICIEMBRE.

 


III SEMANA

 

Lunes: CARTA DE JESÚS 

¡Buenos días! Como sabéis, nos acercamos nuevamente a la fecha de mi cumpleaños. Todos los años se hace una fiesta en mi honor y creo que este año sucederá lo mismo.

Al principio parecían comprender y agradecer lo que hice por ellos, pero hoy en día nadie sabe para qué lo celebran. La gente se reúne y se divierte mucho pero no sabe de qué se trata.

Recuerdo el año pasado, al llegar el día de mí cumpleaños hicieron una gran fiesta en mi honor. Había cosas deliciosas en la mesa, todo estaba decorado y había muchos regalos, pero ¿sabes una cosa?... ni siquiera me invitaron, yo era el invitado de honor y no se acordaron de invitarme. La fiesta era para mí y cuando llegó el gran día... me dejaron afuera, me cerraron la puerta...

La verdad, no me sorprendió porque en los últimos años todos me cierran la puerta. Como no me invitaron, se me ocurrió estar sin hacer ruido, entré y me quedé en un rincón. Estaban todos brindando, había algunos contando cosas, riéndose, lo estaban pasando en grande. Dieron las doce de la noche y todos comenzaron a abrazarse, yo extendí mis brazos esperando que alguien me abrazara, y... ¿sabes? nadie me abrazó. De repente todos empezaron a repartirse los regalos, uno a uno los fueron abriendo hasta terminar, me acerqué a ver si de casualidad había alguno para mí, pero no había nada. ¿Qué sentirías si el día de tu cumpleaños se hicieran regalos unos a otros y a ti no te regalaran nada?

Comprendí entonces que yo sobraba en esa fiesta, salí sin hacer ruido, cerré la puerta y me retiré.

Quisiera que esta navidad me permitas entrar a tu vida, que reconocieras que hace más de dos mil años vine a este mundo para dar mi vida por amor, por todos y para todos. Hoy, sólo quiero que tú creas esto con todo tu corazón.

Hasta pronto. Tu amigo, Jesús.

 

Martes: LA TERNURA SIEMPRE LLAMA DOS VECES (1)

¡Buenos Días! Nunca es tarde para la ternura. «No queremos que sea lo mismo de siempre», nos repetimos una y otra vez cuando llegan estas fechas. Intentemos vivir este tiempo con autenticidad y no claudicar en el ruido luminoso de la ciudad y en sus mensajes digitales. Aunque el ímpetu de la corriente a veces supera nuestras fuerzas. Pero un año más la ternura llama a nuestra puerta como lo hizo a la de María. Quizás no venga como la sabida ternura de postal y ríos de papel de plata. Quizás venga como una ternura recia, incómoda, de compromisos y manos refugiadas y encallecidas; una ternura que nos haga removernos en el sillón porque lo profundo de estos días pasa por descubrir que esta frágil ternura, si la dejamos, llama de nuevo a nuestra puerta. Nunca es tarde para abrirle la puerta y comenzar de nuevo.

Miércoles: LA MADRE DEL ADVIENTO

¡Buenos días! En el tiempo de Adviento, María es siempre una presencia llena de significado. La madre que espera, la mujer que acoge la palabra, la muchacha que arriesga, la amiga que ayuda, la creyente que calla y medita. Todo esto lo encontramos en María. Que se convierte en espejo en el que mirarnos. Porque también nosotros necesitamos acoger, arriesgar, servir y dejar que la buena noticia sea semilla que arraigue en la tierra que somos. Dos miradas a María pueden ayudarme hoy a pensar en mi propia forma de estar en adviento. La mirada a la mujer que habla y la mirada a la mujer que ama. ¡Ojalá, María, aprendamos de ti a hablar con verdad! 

Jueves: LA TERNURA SIEMPRE LLAMA DOS VECES (2)

¡Buenos días! Nunca es tarde para vivir el misterio de un Dios hecho niño con otro estilo y por senderos más auténticos. Otro año más tenemos el reto de decidir cómo queremos vivir estos días. Podemos dar luz verde a la rutina de siempre y será otra Navidad más sin pena ni gloria,  o podemos  acoger a un Dios que arriesga para entrar en la historia y decirnos que una Navidad con sabor a evangelio lo hará todo diferente. Podemos decir que no a sucedáneos navideños. Que todo no vale. Y que todo no se puede en estos días. Y que hay cosas que no se compran con dinero. Que nadie nos engañe para llenarnos de urgencias navideñas y vanos compromisos para la cuesta de enero. La ternura pobre del pesebre ayuda a decir sí a lo que importa y a recuperar nuestro centro en Dios. Como cada año, la ternura siempre llega a tiempo y llama una vez más para recordarnos que nunca es tarde para abrirle la puerta.

Viernes: LA AUTÉNTICA CELEBRACIÓN DE LA NAVIDAD

¡Buenos días! Falta poco para disfrutar y celebrar la Navidad.

Vemos como los centros comerciales, las tiendas y almacenes están llenos de gente que entran y salen presurosos por comprar sus regalos, agobiados por el qué van a regalar, o qué ropa se pondrán,…todo tiene que estar perfecto para la Navidad ...

Los miro con tristeza, parecen haber olvidado el verdadero significado de la Navidad...todos hacen planes: qué comida, qué regalos, qué vestidos,…, pero ¿recuerdan a Jesús, al principal invitado de esta celebración?

Parece que a todos se les ha olvidado el motivo por el que celebramos la Navidad: "El nacimiento del Niño Jesús", pero ¡cómo olvidarlo!

Queridos amigos y amigas,  en lugar de pensar cómo vamos a festejar la Navidad, os invito a reflexionar un momento en cómo vivir una VERDADERA NAVIDAD.

Que ésta sea para compartir con aquellos que verdaderamente no tienen, para llamar o visitar a aquel amigo o familiar que está enfermo, para dejar nuestro orgullo a un lado y perdonar a quien nos ofendió, para hacer una oración y dar gracias a Dios por lo que tenemos. ¡¡FELIZ NAVIDAD!


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