II SEMANA
Lunes: EL VERDADERO AMOR
¡Buenos
días! Cuando alguien te quiere de verdad:
ü Es lento para perder la paciencia
contigo.
ü Está de parte tuya; quiere verte
madurar y desarrollarte en el amor.
ü Le duele profundamente cuando
pierdes el camino, pero te orienta a seguir la senda correcta.
ü Sigue confiando en ti cuando a
veces tú ni siquiera confías en ti mismo.
ü Trabaja pacientemente contigo
porque te ama y corrige de tal manera que cuesta entender la profundidad del
cuidado que tiene por ti.
ü Nunca te abandona aunque muchos de
tus amigos lo hagan.
ü Se queda a tu lado cuando llegas al
fondo de la desesperación y no te juzga sino que te ve con total justicia,
hermosura y amor…
Martes: NO SOMOS ISLAS
¡Buenos días! Aunque a veces podamos sentirnos alejados; aunque a veces pueda pesar un poco de soledad o de incomprensión; aunque la comunicación sea una asignatura que no se aprende más que día a día, y con cierta dificultad, ¡no estamos solos! Y hemos nacido para encontrarnos.
Hay tantos momentos de encuentro en nuestra vida: una llamada, un correo, un mensaje, un café compartido, una mirada que no necesita palabras, las memorias compartidas, las historias que están en marcha, los proyectos por los que luchamos codo con codo, hombro con hombro, con otros. Nos une el cariño, y cuando es recíproco, entonces es una fiesta.
¿Qué
«encuentros» te parecen significativos en este momento de tu vida?
¿Cómo cuidas a los otros?
Miércoles: GUÍA PARA SOÑAR EN TIEMPOS DIFÍCILES
¡Buenos
días! Ama todo lo que hagas. Haz todas las cosas con amor.
Escucha
a tu corazón.
Ignora
a los que digan que soñar es de ilusos.
Confía
en tu intuición y en ti.
Equivócate.
Es necesario para crecer.
Sigue
tu pasión.
Conoce
tus habilidades.
Cree
en tus sueños y los crearás.
Contribuye
con tus sueños a un mundo mejor.
Crea
tu realidad.
Juega
sin parar.
Arriesga
para ganar.
¿Cuál vas a poner en práctica hoy?
Jueves:
LUCES Y SOMBRAS NAVIDEÑAS
¡Buenos días! Alguna
gente comenta que la Navidad es una pura farsa; que casi nadie celebra nada y
se convierte en la gran feria del consumo anual.
Para una
gran mayoría no es más que un pretexto para tener unos días de descanso,
visitar familiares, recuperar amigos olvidados, comer bastante mejor de lo
ordinario, gastarse unos dineros extra, conseguir los regalos deseados, y
pasarlo lo mejor posible. Pero también es cierto que hay gente -quizás no
pocos- para quienes la Navidad es tiempo de evaluar si los valores que viven
nos hacen más felices o más infelices. También hay quienes se plantean la
Navidad como tiempo de sinceridad y de decir cosas sin engañarse uno mismo.
Para
salir de la farsa, nada como pararse, y calar en lo genuino de estos días;
puesto que:
* Navidad
es actuar como Dios, que se hace el
ser más débil e indefenso, para estar a la altura de los más desheredados de la
tierra.
* Navidad, puede ser una buena época para salirse de la ruta que lleva a los comercios y grandes almacenes, para buscar los caminos nuevos por los que Dios se acerca al hombre: el encuentro con la familia, vecinos, amigos, y toda persona marginada.
Viernes:
LLEGA LA NAVIDAD
¡Buenos
días! Alfredo estaba muy contento. Era
víspera de Navidad, el día del nacimiento de Jesús y el día en que Papa Noel
vendría a entregar sus regalos como todos los años.
Con sus seis añitos, esperaba ansiosamente el caer
de la noche. Se durmió muy tarde, para ver si conseguía atrapar a aquel
"viejito", pero como el sueño era mayor que su voluntad, se durmió
profundamente.
En la mañana de Navidad, observó que no había regalo
alguno en toda su casa. Su padre desempleado, con los ojos llenos de lágrimas,
observaba atentamente a su hijo, y esperaba tomar coraje para hablarle, que su
sueño no existía, y con mucho dolor en el corazón lo llama:
- Alfredo, hijo mío, ven aquí. ¿Qué ocurre?
- Papá Noel se olvido de mí...
Hablando de eso, Alfredo abraza a su padre y el
padre le dice:
- No hijo mío. El regalo te está abrazando ahora y
va a llevarte a uno de los mejores paseos.
- Pero los demás niños del barrio están jugando con
sus regalos... Se olvidó de nuestra casa.
Y así fueron a un parque y Alfredo jugó con su padre
durante todo el día.
Llegando a casa muy cansado, Alfredo fue para su cuarto
y "escribió" a Papá Noel:
"Querido Papá Noel, yo sé que es demasiado
tarde para pedir alguna cosa, pero quiero agradecer el regalo que me diste.
Deseo que el resto de las Navidades, hagas que mi padre olvide sus problemas y
que él pueda distraerse conmigo, pasando una tarde maravillosa como la de hoy.
Gracias por este día, porque descubrí que no es con juguetes con lo que somos
felices, y sí con el verdadero sentimiento que está dentro de nosotros, que el
señor despierta en las Navidades. Firmado: Alfredo." Y se fue a dormir.
Entrando al cuarto para dar las buenas noches a su
hijo, el padre de Alfredo vio la cartita y a partir de ese día, no dejó que sus
problemas afectasen la felicidad de ellos y comenzó a hacer que todos los días
fuesen Navidad para ambos.
Si un niño de seis años, consiguió percibir que los
mejores regalos que se pueden recibir no son materiales... ¿por qué nosotros no
hacemos lo mismo?
Al
final, las cosas que más valoramos en esta vida son los sentimientos, los
recuerdos que quedarán guardadas en nuestros corazones, ¿verdad?
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