III SEMANA
Lunes: LA VIDA NO ES TAN FÁCIL
¡Buenos
días! Virgen María:
La
vida no es tan fácil como nos la pintan ni,
en otras ocasiones, tan dura como la creemos o la hacemos.
Que
no perdamos nunca el sentido de la solidaridad con aquellos que más nos
necesitan. Que no descalifiquemos como “marías” aquellas personas, situaciones, asignaturas, trabajos y obligaciones que nos pueden parecer débiles o inútiles.
A
veces, en lo sencillo, está la fuente y el secreto de la verdad.
Que
como Tú, María, también nosotros aprendamos a estar de pie cuando lleguen los
días de sufrimiento o de prueba. Que como Tú, María, no demos la espalda a las
personas que se sienten solos, angustiados, tristes y sin más amigos que sus
propias soledades.
Que este mes de mayo haga brotar en las ramas de nuestros días los frutos de la fortaleza y del buen compañerismo.
Martes: LA AGUJA DE ORO
¡Buenos
días! Existió una señora que desconfiaba mucho de todas las personas, siempre
estaba culpándolas por cualquier cosa así que ella vivía sola, pero tenia de
ayudante a una muchachita.
Una
de las cosas que más quería esa señora era una aguja de oro con la que cosía
todas las tardes, hasta que un día por más que la buscaba no la encontraba, así
que acuso muy duro a la muchacha y le dijo que ella era la que le había robado
su aguja de oro, así que la despidió.
Un
día por la tarde la señora decidió ir al patio y encontró un lindo nido el cual
le llamo la atención, subió a ver a los pajaritos y sorpresa!! encontró que su
aguja de oro estuvo ahí todo el tiempo, la señora se sintió muy mal por haber
despedido a la única persona que en verdad la cuidaba y quería.
Nosotros
debemos aprender a no juzgar a las personas antes de saber la verdad porque nos
podemos equivocar y puede ser que esa equivocación nos duela mucho.
REFLEXIÓN: "Valora lo que tienes y serás
feliz; piensa en lo que no tienes y serás desdichado."
Miércoles: LAS CAJAS DE DIOS
¡Buenos
días! Tengo en mis manos dos cajas que Dios me ha dado para que sostenga.
El me dijo: "Pon todas tus penas en la negra y todas tus alegrías en la
dorada".
Yo
escuché sus palabras y en ambas cajas guardé mis alegrías y mis tristezas. Pero
la dorada se fue poniendo más pesada y la negra estaba tan liviana como antes. Con
curiosidad abrí la caja negra para saber por qué seguía tan liviana y encontré,
en el fondo de la caja, un hueco por el cual se habían caído todas mis
tristezas. Mostré a Dios el hueco y
reflexioné en voz alta: "¿Me pregunto dónde habrán ido mis penas?
El
me sonrió: "Hijo mío, todas tus penas están conmigo".
Le pregunté: "Señor, ¿por qué me has dado las cajas, por qué la dorada y
la negra con un hueco? "Hijo mío, la dorada es para que cuentes tus
bendiciones, la negra es para que olvides todas tus penas".
REFLEXIÓN: "Debemos tratar de ser amables
y corteses los unos con los otros, y ser conscientes de que no es posible amar
a Cristo si no lo amamos en el prójimo." Madre Teresa de Calcuta.
Jueves: TE HICE A TI
¡Buenos
días! En la calle vi a una niñita temblando de frio con un vestidito ligero,
con poca esperanza de encontrar una comida decente. Me enojé y le dije a Dios:
- "¿Por qué permites esto? ¿Por qué no haces algo para remediar esto?
" Por un rato Dios no dijo nada y esa noche, El respondió de pronto diciendo:
- "Ya hice algo para remediarlo...Te hice a TI" Muchas veces culpamos
a Dios por todas las cosas que pasan, y le recriminamos que permite que pasen,
y no pensamos en que realmente Dios confía en nosotros para hacer de este un
mundo mejor. Dios no nos anula, nos permite ser parte de su creación,
demostrando al mismo tiempo que tenemos la capacidad para ayudar a los demás.
La próxima vez que veas una injusticia, no digas "¡Pobre!" o
"¿Por qué Dios permite esto?", actúa, pues tu fe se demuestra con tus
actos según lo dice Santiago en una de sus cartas...”vamos, demuestra a otros
que Dios se acuerda de ellos...por medio de ti”.
Viernes: ¡RESURRECIÓN YA!
¡Buenos días! ¿Cuándo voy a empezar a vivir
resucitado? ¿Tengo que esperar a morir para asomarme a tu gloria? ¿Es el único
paso posible? Tal vez, pero, por otra parte, ¿no hay en la vida muchas cosas
pequeñas –o inmensas- que van muriendo y naciendo de nuevo, distintas, mejores,
reconciliadas? ¿Y no hay sepulcros esperando vaciarse? En mí y en otros. La vida
ya está llamada a ser pascua, a vivirse en esa tensión insalvable entre la
entrega y la acogida, el dolor y la dicha infinita, la vida entregada y la VIDA
recibida…
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