domingo, 29 de septiembre de 2024

"Una sonrisa para cada día". ESO, CFGB y Bachillerato. 1ª SEMANA DE OCTUBRE.

 

I SEMANA

Lunes: LOS MONOS FRIOLEROS

¡Buenos días! Se cuenta que en una noche de invierno, algunos monos particularmente desanimados y muertos de frío, descubrieron una luciérnaga que sobrevivió, quién sabe cómo, a su estación.

Mirando atentamente al insecto, creyeron que era fuego, de modo que lo cogieron con cuidado, lo taparon con hierba seca y con hojas, después extendieron sobre él los brazos, echaron hacia afuera los costados y el pecho, se frotaron, imaginándose que se calentaban. De manera particular un mono, con más frío que los otros, soplaba repetidamente y con gran atención sobre la luciérnaga.   Entonces un pájaro desde un árbol voló hacia abajo y le dijo al mono: «Querido señor, no te molestes tanto. Esto no es fuego: es solamente una luciérnaga».

Pero el mono no hizo caso de la advertencia, y continuó soplando, aún cuando el pájaro intentó repetidamente detenerlo.  Finalmente, como el importuno consejero se le acercó reprendiéndolo más y gritándole su amonestación en la oreja, el mono, montando en cólera, lo agarró, lo golpeó y lo lanzó tan lejos que, el pobre pájaro malherido, decidió no acercarse más al mono.  Éste volvió a calentarse a la luz de la luciérnaga, olvidándose de unirse a la manada de sus compañeros que buscaban   otro lugar para resguardarse del frío. Al amanecer estaba muerto, congelado, sobre la pequeña luz ahora también apagada. (De los Cuentos de Panchatandra)

Reflexión: El mono que no hizo caso al consejo se murió y los otros se salvaron. Nosotros, Señor, muchas veces no hacemos caso a los consejos de nuestros padres y profesores. Somos como el mono de la fábula. Haznos comprender que los mayores saben más que nosotros, porque han vivido más, y quieren nuestro bien cuando nos aconsejan. Te pedimos por nuestros padres y  profesores, bendícelos, Señor y dales acierto en nuestra educación.

Martes: APRENDE A VIVIR COMO SI CADA DÍA FUERA EL PRIMERO…

¡Buenos días! Estar vivo, respirar, oír, ver, sentir.... ¡es lo más normal del mundo!, ¿no? ¡Y también lo más alucinante! Tómate tu tiempo para darte cuenta de que hoy, ¡también, estás vivo!

Disfruta a tope de la vida que se te regala y haz un hueco en tu corazón y en tu tiempo para aquellos que están enfermos, para los que sufren alguna discapacidad, los que le falta lo necesario para vivir, etc.….

Piensa en todos los que están a tu alrededor. ¿Se te ocurre algo para que hoy todos seamos un poco más felices? Tenlo en cuenta, ésa idea tiene que ayudar a que TODOS seamos más felices. ¿Tú estás dispuesto a implicarte por hacer un mundo más feliz? Si estás dispuesto piensa ¿Cómo?

 

Miércoles: A TRAVÉS DE UNA PEQUEÑA GRIETA

¡Buenos días! Un día el diablo tuvo hambre. Tomó consigo un saco y decidió ir por almas. Naturalmente, deseaba un bocadillo apetitoso. Se apostó pues, entre las hojas de un árbol, frente a la ventana de un hombre santo. Y esperó. La jornada del santo hombre transcurría, en verdad, nítida como el cristal, entre oraciones, gestos de bondad, y sentimientos elevados. Ninguna imperfección. Ninguna concesión. Tanto que el diablo lo admiró. Y su apetito creció. En verdad, parecía que no había nada que hacer. Pero un día mientras estaba examinando aquella alma toda blanca, notó que también ella, como todas, tenía una pequeñísima grieta: a la puesta del sol, el santo hombre se asomaba a la ventana para mirar el sol que se escondía: y experimentaba un breve momento de melancolía. Esto le bastó al diablo. Concentró todos sus esfuerzos hacia aquel momento y derramó dentro del hombre todos sus enredos más eficaces: primero la angustia, después la amargura y por fin la desesperación.

De manera que al final no tuvo más que alargar la mano para hacer una gran comida. (Dino Semplici)

Reflexión: La tristeza es el comienzo de todos los males. Y, en cambio, la alegría es el comienzo de todas las obras grandes. Señor, que   seamos capaces de vencer la tristeza, porque sabemos que nuestra vida está en tus manos y nos cuidas. Te pedimos por los ancianos, los enfermos, los parados y encarcelados que están tan tentados de dejarse vencer por la tristeza. Haz que siempre les ayudemos a salir de su tristeza.

Jueves: EL SOL Y LA NUBE.

¡Buenos días! El sol viajaba por el cielo, alegre y glorioso sobre su carro de fuego, lanzando sus rayos en todas las direcciones, a pesar de la rabia de una nube de humor de temporal, que le gritaba: “Despilfarrador, mano rota, regala, regala tus rayos, verás cuántos te van a quedar”.

 En los viñedos cada grano de uva que maduraba sobre los sarmientos robaba un rayo al minuto, o también dos; y no había una brizna de hierba, o araña, o flor, que no se tomase su parte.

- “Deja, deja que todos te despojen: verás cómo te lo agradecerán, cuando no tengas nada más para regalarles”, le volvió a gritar la nube.

El sol continuaba alegremente su viaje, regalando rayos por millones, por miles de millones, sin contarlos. Solamente al ocaso contó los rayos que le quedaban: y fíjate, no le faltaba ni si quiera uno. La nube, de la sorpresa, se disolvió en granizo y el sol se zambulló alegremente tras el horizonte. (Gianni Rodari. Cuentos por teléfono)

Reflexión: Hay muchos envidiosos, como la nube de hoy, que sufren cuando los otros son generosos. Señor, que nosotros no envidiemos jamás el bien que hacen los otros, sino que los imitemos con gozo y alegría. Gracias, por la gente que se da a los demás. Te pedimos ahora por los egoístas y envidiosos, para que también ellos puedan hacerse generosos y disfrutar con el bien.

Viernes: LA NAVAJA DE AFEITAR PEREZOSA

¡Buenos días! En el negocio de un barbero había una vez una navaja de afeitar. Encontrándose sola un día, pensó dar una ojeada alrededor y sacó afuera su cuchilla, que descansaba en el mango como en una vaina. Como vio el sol reflejarse en su cuerpo, quedó maravillada: la cuchilla de acero emitía tales resplandores que la hacía enorgullecerse. «¡Y yo debería regresar a aquel escuálido negocio, pensó la navaja, a cortar las barbas enjabonadas de aquellos rústicos villanos, repitiendo hasta el  infinito las mismas monótonas operaciones!. Envilecer de este modo mi cuerpo tan bello, sería una locura. Mejor voy a esconderme en un lugar bien secreto, y gozar tranquilamente el resto de mis días...» Así que vino incluso el día en que, queriendo tomar un poco de aire, la navaja dejó su refugio y, saliendo con cautela del mango, regresó a mirar su propio cuerpo.  «¡Ay de mi!», ¿qué había sucedido?  

La cuchilla, se había vuelto oscura como una sierra oxidada y ya no reflejaba el resplandor del sol.  Amargada y arrepentida lloró en vano su estúpido error: «¡Oh, cómo era mejor tener en ejercicio mi bella cuchilla afilada! ¡Mi superficie hubiera permanecido brillante, mi corte limpio y sutil! En cambio, heme aquí, ¡oxidada y sucia para siempre por el óxido!» El mismo fin está reservado a las personas de ingenio que, en vez de ejercitar sus cualidades prefieren permanecer ociosas. Exactamente como la navaja de afeitar, también ellas pierden la sutileza y la luz del espíritu. Y permanecen oxidados por el óxido de la ignorancia. (“Fábulas”. Leonardo da Vinci)

Reflexión: Cuando uno tiene buenas cualidades y no las usa en favor de los otros termina por perderlas. Es como el atleta que deja de entrenar: pierde la forma. Señor, que comprendamos que mientras más estudiemos, más inteligentes nos volvemos; que mientras más ayudemos a los otros, más solidarios nos haremos. Te damos gracias por el ejemplo de los que ponen sus buenas cualidades al servicio de los demás y te pedimos que les sigas ayudando para no cansarse de hacer el bien.



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