IV SEMANA
Lunes: ¿CUÁL ES TU NATURALEZA?
¡Buenos días! Había una vez un maestro oriental que
vio cómo un alacrán se estaba ahogando.
Decidió sacar al animalito del agua, pero cuando lo
hizo, el alacrán lo picó.
Ante el dolor lo soltó, por lo que el animal de
nuevo se estaba ahogando... entonces intentó sacarlo y otra vez lo volvió a
picar.
La escena se repitió varias veces: Sacarlo del agua,
ser picado y soltarlo.
Alguien que observa le dice: "¡Cómo es de terco!
¿No entiende que cada vez que lo saque del agua lo va a picar?".
Entonces el maestro oriental le respondió: "La
naturaleza del alacrán, que es picar... no va a cambiar mi naturaleza, que es
ayudar". ¿Cuál es tu naturaleza?
REFLEXIÓN: "Cuando amas a alguien, debes ser capaz de ser
la fortaleza en sus debilidades."
¡Buenos días! Una noche al llegar a nuestra casa encontré que la persona
que me ayuda en las labores domesticas había lavado la nevera y cambió la
posición de todas las parrillas.
Como la nevera es pequeña, cuando quise guardar algo no pude, me llene de
rabia y saque las parrillas con todo lo que tenían encima; poco después se
resbaló un tarro con agua y se partió el vidrio que está abajo en la nevera.
Me puse más furiosa de lo que ya estaba y comencé a culpar a la muchacha
por lo ocurrido y así se lo hice saber a mi esposo, a nuestros hijos y a mi
mamá.
Le doy gracias a Dios porque yo solamente la veo los fines de semana y no
tuve la oportunidad de decirle nada, pues al día siguiente que reflexioné en lo
que había pasado, me di cuenta que estaba buscando culpar a alguien por algo
que había hecho yo, que lo había hecho por estar furiosa, porque es muy fácil
decir que otro tuvo la culpa y no yo.
Ahora trato en todo lo posible de no buscar culpables sino soluciones,
porque casi siempre somos ciegos para ver nuestros errores y buscamos culpar a
otros de lo que nosotros hacemos.
REFLEXIÓN:
"Sabemos que pasamos
por la vida, procura que la vida sepa que pasamos por ella.
Miércoles: TRATANDO CON LA ENVIDIA
¡Buenos
días! Cuenta una fábula que en cierta ocasión una serpiente empezó a perseguir
a una luciérnaga; ésta huía muy rápido y llena de miedo de la feroz
depredadora, pero la serpiente no pensaba desistir en su intento de alcanzarla.
La
luciérnaga pudo huir durante el primer día, pero la serpiente no desistía, dos
días y nada, al tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga detuvo su agitado
vuelo y le dijo a la serpiente: ¿Puedo hacerte tres preguntas?
No
acostumbro conceder deseos a nadie, pero como te voy a devorar, puedes
preguntar, respondió la serpiente.
Entonces
dime: ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?
¡No!,
contestó la serpiente.
¿Yo
te hice algún mal?
¡No!,
volvió a responder su cazadora.
Entonces,
¿Por qué quieres acabar conmigo?
¡Porque
no soporto verte brillar!, fue la última respuesta de la serpiente.
Muchos
de nosotros nos hemos visto envueltos en situaciones donde nos preguntamos:
¿Por
qué me pasa esto si yo no he hecho nada malo?
Sencillo...
porque hay algunos(as) que no soportan verte brillar.
La
"envidia" es uno de los peores sentimientos que podemos tener.
El hecho de que envidien tus logros, tu éxito, etc., ¡que envidien verte brillar! te va a afectar en más de una ocasión, pero cuando esto pase, ¡no dejes de brillar!, continúa siendo tú mismo(a), sigue dando lo mejor de ti, sigue haciendo lo mejor, no permitas que te lastimen, no permitas que te hieran...¡sigue brillando y no podrán tocarte!, porque tu luz seguirá intacta, porque siempre habrá quien te apoye, porque tu huella permanecerá, porque el recuerdo de lo que fuiste e hiciste quedará, ¡pase lo que pase!
¡Buenos días! Una muñeca de sal recorrió miles de
kilómetros de tierra firme, hasta que, por fin, llegó al mar. Quedó fascinada
por aquella móvil y extraña masa, totalmente distinta de cuanto había visto
hasta entonces. «¿Quién eres tú?», le preguntó al mar la muñeca de sal. Con una
sonrisa, el mar le respondió: «Entra y compruébalo tú misma». Y la muñeca se
metió en el mar. Pero, a medida que se adentraba en él, iba disolviéndose,
hasta que apenas quedó nada de ella. Antes de que se disolviera el último
pedazo, la muñeca exclamó asombrada:
«¡Ahora ya sé quién soy!» ¡Ahora ya sé quién eres!
Viernes: HABLAR Y CALLAR
¡Buenos días! HABLAR oportunamente, es acierto.
HABLAR ante una injusticia, es valentía.
HABLAR para rectificar, es un deber.
HABLAR para defender, es compasión.
HABLAR ante un dolor, es consolar.
HABLAR para ayudar a otros, es caridad.
HABLAR de sí mismo, es vanidad.
HABLAR aclarando chismes, es estupidez.
HABLAR de defectos, es lastimar.
HABLAR por hablar, es tontería.
HABLAR de Dios, significa mucho amor.
CALLAR cuando acusan, es heroísmo.
CALLAR cuando insultan, es amor.
CALLAR de sí mismo, es humildad.
CALLAR a tiempo, es prudencia.
CALLAR en el dolor, es penitencia.
CALLAR cuando hieren, es santidad.
CALLAR defectos ajenos, es benevolencia.
CALLAR debiendo hablar, es cobardía
"No te des por vencido, piensa que si Dios te
ha dado la vida, es porque sabe que tú puedes con ella."
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