III SEMANA
LECTURAS TERCERA SEMANA DE ENERO
Lunes: El camino de
la felicidad.
Tema: LA PAZ
¡Buenos
días! Esta es la historia de un hombre que estaba harto de llorar. Miró a su
alrededor y vio que tenía delante de sus ojos la felicidad. Estiró la mano y
quería cogerla. La felicidad era una flor. La cogió. Y nada más tenerla en su
mano, la flor ya se había deshojado.
La
felicidad era un rayo de sol. Levantó sus ojos para calentar su cara y
enseguida una nube lo apagó. La felicidad era una guitarra. La acarició con sus
dedos, las cuerdas desafinaron.
Cuando
al atardecer volvía a casa, el hombre seguía llorando. A la mañana siguiente
siguió buscando la felicidad. A la vera del camino había un niño que
lloriqueaba. Para tranquilizarlo cogió una flor y se la dio. La fragancia de la
flor perfumó a los dos. Una pobre mujer temblaba de frío, cubierta con sus
harapos. la llevó hasta el sol y también él se calentó. Un grupo de niños
cantaba. Él les acompañó con su guitarra. También él se deleitó con aquella
melodía.
Al
volver a casa de noche, el buen hombre sonreía de verdad. Había encontrado la
felicidad.
Reflexión: Señor Jesús: Ayúdanos a encontrar la felicidad en las cosas sencillas y compartidas con los demás, de esta forma no seremos unos egoístas y descubriremos que el auténtico camino a la felicidad está en hacer felices a los demás. Te pedimos por las personas tristes, los egoístas y los que sufren cualquier tipo de pobreza.
Martes: Los camellos.
Tema: GENEROSIDAD.
¡Buenos
días! Un padre había dispuesto en el lecho de muerte que la mitad de sus bienes
fuese para el hijo mayor, una tercera parte para el segundo y una novena parte
para el más joven. El total de la herencia constaba de 17 camellos. Y por más
vueltas que los hijos daban al problema después de la muerte de su padre, no
encontraban ninguna solución, salvo el descuartizamiento de algunos animales.
Cierto día que un “mulá” (predicador itinerante) cabalgaba por allí, decidieron
pedirle consejo. El predicador, tras unos instantes de meditación, les dijo:
“La solución es que yo añada mi camello al vuestro, así tenemos 18, y tú, el
mayor, recibes la mitad, es decir, nueve. A ti, segundo, te daremos una tercera
parte, es decir, seis. Y al más pequeño le entregaremos una novena parte de 18,
es decir, dos camellos. Nueve, seis y dos suman diecisiete; por tanto sobra
uno, a saber, el mío”. Y, diciendo esto, se marchó, dejando a los tres hermanos
convencidos de que la generosidad siempre encuentra respuesta a los problemas
de reparto.
Reflexión: Señor Jesús: A veces nosotros nos metemos en una discusión, como le ocurrió a los tres hermanos, en la que nadie quiere ceder y se quedan los problemas enquistados. Por el contrario, cuando hay ingenio, generosidad y ganas de solucionar las cosas, todo sale adelante. Ayúdanos a ejercitar estas buenas cualidades. Te pedimos por esas personas que van por la vida llenas de generosidad ayudando a los otros a solucionar sus problemas.
Miércoles: La brecha.
Tema: GUERRA
¡Buenos
días! Entre dos países vecinos la guerra se había hecho inevitable. Por ambas
partes los señores feudales decidieron enviar espías para averiguar los puntos
más débiles de la frontera del enemigo. Tras un tiempo, los espías retornaron e
informaron lo mismo por ambas partes. En toda la frontera había solamente un
lugar adecuado para penetrar en el territorio del enemigo.
-
Allí vive –dijeron los espías- un pequeño pero laborioso campesino en una
pequeña casa con su encantadora esposa. Están muy enamorados. Y se dice que son
el matrimonio más feliz del mundo. Tienen un hijo. Si nosotros invadimos por
medio de sus tierras, estropearemos su felicidad. Por consiguiente, no puede
haber guerra. Los señores entendieron los motivos y es obviamente, no hubo
guerra.
Reflexión: Esto es un sueño más que una realidad. Pero todavía soñamos con que la paz de unos pocos se pueda contagiar a muchos. Señor Jesús, soñamos también con que los poderosos puedan descubrir los motivos sencillos que puedan librarnos de la guerra...Te pedimos por aquellos que anteponen los intereses de los colectivos a los propios, para que su ejemplo contagie a otros muchos egoístas.
Jueves: El rabí
agobiado.
Tema: AISLAMIENTO.
¡Buenos
días! El rabí Pinás era un rabino muy popular, para disgusto suyo. La gente lo
buscaba, lo solicitaba en exceso, y con sus consultas le distraía. Por eso, un
día rezó a Dios de esta manera: “Dueño de la vida: te agradezco todos los dones
que me has regalado. Pero la gente no me deja ocuparme de tus cosas ni de Ti,
Señor. Sólo a ti quiero consagrar mi tiempo. Concédeme esa gracia”. Su oración
fue escuchada. Nadie le molestó durante un largo tiempo. Pero cierta mañana
otro rabino santo, que conocía lo que ocurría con su colega, vino a visitarlo.
Se quedó en el umbral de la casa y no quería entrar. Pinás le dijo: “¿Por qué
no entras, amigo; sabes que mi casa es tu casa”. A lo que el rabino santo
contestó. “No puedo entrar, porque si no viene a tu casa ningún judío, también
yo debo mantenerme alejado de ella. ¿Es que no sabes que un rabino debe vivir
no sólo para sus amigos, sino también para su pueblo?. Ese mismo día, el rabí
Pinás comprendió su error y dirigió al cielo una nueva petición. Y volvió a ser
el maestro popular, bien amado y acosado de consultas por sus feligreses.
Reflexión: Señor, Tú no nos has hecho islas, sino necesitados unos de otros. Hay malos momentos en la vida, en los cuales nos molestan los otros y desearíamos estar solos. Pero no es en el aislamiento y pasando de los demás donde te podemos encontrar a Ti, sino gastando nuestras cualidades a favor de los prójimos. Te pedimos hoy por los ancianos que, después de haber gastado su vida por los hijos, se encuentran solos y abandonados de ellos. Y por los que los cuidan con cariño.
Viernes: Los dos
pájaros.
Tema: DIÁLOGO.
¡Buenos
días! Dos pájaros estaban muy felices sobre la misma planta, que era un sauce.
Uno de ellos se apoyaba en una rama en la punta más alta del sauce, el otro
estaba más abajo, en la bifurcación de unas ramas. Después de un rato, el
pájaro que estaba en lo alto dijo para romper el hielo: - ¡Oh, qué bonitas son
estas hojas tan verdes!
El
pájaro que estaba abajo lo tomó como una provocación y le contestó de modo
cortante: - ¿Pero estás cegato? ¿No ves que son blancas?
Y
el de arriba, molesto, contestó: - ¡Tú eres el que estás cegato! ¡Son verdes! Y
el otro, desde abajo, con el pico hacia arriba, respondió:
-
Te apuesto las plumas de la cola a que son blancas. Tú no entiendes nada, so
tonto. El pájaro de arriba notaba que se le encendía la sangre y, sin pensarlo
dos veces, se precipitó sobre su adversario para darle una lección. El otro no
se movió. Cuando estuvieron cercanos, uno frente a otro, con las plumas
encrespadas por la ira, tuvieron la lealtad de mirar los dos hacia lo alto, en
la misma dirección, antes de comenzar el duelo. El pájaro que había venido de
arriba se sorprendió: - ¡Oh, qué extraño! ¡Fíjate que las hojas son blancas! E
invitó a su amigo: - Ven hasta arriba adonde yo estaba antes. Volaron hasta la
rama más alta del sauce y esta vez dijeron los dos a coro: - ¡Fíjate que las
hojas son verdes!
Reflexión: En la sociedad actual, la realidad
es cada vez más poliédrica: depende del punto de vista del espectador. Es,
además, cambiante: cada vez las cosas suceden más de prisa... Todo se mueve.
Señor, ayúdanos a aprender a ver desde otro lugar, a saber ceder, a tener
fuerza y decisión para subir o bajar, descubrir lo nuevo, aceptarlo y
reconocerlo... Te pedimos por la gente que tiene siempre una postura
autoritaria y no sabe dialogar, para que aprendan a respetar otras opiniones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario